Tras conocerse los problemas de software a los que se enfrenta el primero de los coches eléctricos de Volkswagen, el ID.3, el fabricante afirma que esta circunstancia no afectará a su lanzamiento, previsto para el verano de este año. Se ha sabido que algunos fallos de software similares, que en el caso del ID.3 podría afectar a las primeras 20.000 unidades, también afectaron al nuevo Golf 8. Para reparar este inconveniente, todas las unidades ya producidas están siendo actualizadas de forma manual en los aparcamientos en los que permanecen aparcados, hasta que sea posible realizar esta operación vía OTA (on-the-air), que por ahora no está disponible en las unidades que se están fabricando.
"Establecer una nueva arquitectura electrónica, con todo el software que precisa, es un desafío que puede conducir a dificultades o demoras que actualmente estamos abordando", ha advertido un portavoz de la compañía. Sin embargo, y a pesar de todos los inconvenientes que esto pueda implicar, "el plan temporal se mantiene y el lanzamiento al mercado sigue programado para el verano de 2020". Precisamente, los fallos de software del Golf han llevado al CEO del Grupo Volkswagen, Herbert Diess, a agrupar toda la experiencia acumulada en este ámbito para convertirla en una nueva empresa subsidiaria e independiente llamada Car.Software, que fue fundada a principios de este año. En 2025, más de 10.000 expertos desarrollarán el software que se integra en todos los vehículos para crear un ecosistema digital completo, que se extiende a todas las aplicaciones y servicios que el cliente puede encontrar en los concesionarios.
Los problemas de software de la octava generación del Golf obligaron a retrasar su lanzamiento en Europa hasta el cuarto trimestre del año pasado. Para ponerlo en contexto, el código contiene alrededor de 100 millones de líneas de las que tan solo el sistema de información y entretenimiento representa aproximadamente la quinta parte. En comparación, un coche fabricado hace 10 años tenía la décima parte de toda esta compleja programación, según afirma Volkswagen.
El software del Volkswagen Golf 8 ha cambiado sustancialmente respecto a la anterior generación.
Esta arquitectura, trasladada al caso del ID.3 se complica un poco más todavía. Es el primer modelo de la marca fabricado sobre la nueva plataforma MEB, pero además también inaugura una plataforma de comunicación para los datos que acelera la velocidad a la que estos se transmiten de centralita en centralita.
La producción del Volkswagen ID.3 comenzó en noviembre de 2019. El tiempo que se ha dado el fabricante desde esta fecha hasta las primeras entregas en verano, lo está utilizando para continuar solucionando todos los problemas que puedan surgir durante la fase de pruebas de campo adicionales a las realizadas previamente a la producción. Las unidades que salen de la línea de producción se están almacenando en estacionamientos contratados por Volkswagen hasta que se les instala el software.
Diess ha afirmado que la compañía necesitará que el ID.3 esté disponible desde su lanzamiento para garantizar que se puedan cumplir los objetivos de emisiones que exige la Unión Europea y evitar el pago de multas. La compañía ha anunciado que construirá alrededor de 100.000 coches autos eléctricos este año en su planta en Zwickau, en Alemania.