El CEO de Volkswagen of America, Scott Keogh, ha asegurado que el futuro ID. Crozz (que se denominará finalmente ID.4) se venderá en Estados Unidos a un precio que rondará los 40.000 dólares en su versión de entrada. Una vez descontadas las ayudas federales en Estados Unidos, que alcanzan los 7.500 dólares, el precio de este SUV eléctrico se acercará mucho a los de la competencia eléctrica. Es de esperar que cuando llegue a Europa mantenga estas tarifas, si quiere pelear en el mercado de los SUV eléctricos compactos. Si en los modelos de combustión es ya uno de los más disputados, parece que lo será también cuando lo que los mueva sea un motor eléctrico.
Keogh ha anunciado este precio a la revista Automotive News en el Auto Show de Los Ángeles que se está celebrando durante estos días. Según el dirigente, tanto Volkswagen como Porsche se beneficiarán "aproximadamente durante dos años" del crédito fiscal que ofrece el gobierno federal de los Estados Unidos. Estas ayudas federales, con cantidades que van de 2.500 a 7.500 dólares por coche, se limitan a las primeras 200.000 unidades fabricadas por cada marca. Arrancaron en 2007 con el fin de promocionar la venta de vehículos eléctricos y compensar el sobrecoste que supone la desconfianza de los compradores ante una tecnología disruptiva. También vienen a cubrir la ausencia de una economía de escala inicial por el escaso número de ventas y la inversión en I+D que requiere tiempo para ser amortizada.
Para la fecha prevista de lanzamiento del ID.4, las ventas acumuladas del e-Golf, de las variantes del Audi e-tron y del Porsche Taycan habrán alcanzado aproximadamente las 50.000 unidades, lo que da como resultado que las ventas previstas en esos dos primeros años para este modelo rondarán entre las 50.000 y las 75.000 unidades al año.
El Volkswagen ID.4 de producción se muestra en Frankfurt camuflado y encerrado en una urna.
A modo de comparación, en la primea mitad de 2019, Tesla vendió más de 67.000 unidades del Model 3 en EE. UU, lo que hace pensar que Volkswagen podría estar quedándose corto con este cálculo; en 2021, el mercado de vehículos eléctricos debería ser considerablemente más grande.
Por si acaso, Keogh ya ha expresado el compromiso del grupo de mantener el precio de sus vehículos eléctricos incluso después de que se alcancen las fatídicas 200.000 unidades. En otras palabras, "el precio de nuestros vehículos se reducirá a medida que se reducen los incentivos", ha afirmado. "Estamos reduciendo constantemente los costes de la batería, y aumentando su autonomía". Esta es la estrategia para poder asumir la paulatina reducción de la ayudas a la compra de vehículos eléctricos no solo en el mercado estadounidense, sino en el resto del mundo.
Este año, en su estand del Salón del Automóvil de Frankfurt, camuflado y prácticamente encerrado en una urna que no permite acercase del todo a él, Volkswagen mostró la versión de producción del ID.4. Este SUV eléctrico será el primero en llegar a Estados Unidos el año que viene, donde no estará presente el ya presentado ID.3. Por lo tanto se convertirá en el primer vehículo eléctrico de la familia ID. que se comercializará a nivel mundial.
El ID. Crozz se incluye en el segmento más demandado actualmente por los compradores en Estados Unidos y Europa, el de los SUV eléctricos de tamaño familiar, por lo que tiene asegurada una dura pelea por conquistar el liderazgo de uno de los segmentos más importantes para la cuenta de resultados del fabricante. En su formato concept actual mide 4.625 mm de largo, 1.891 mm de ancho y 1.609 mm de alto, con una distancia entre ejes de 2.773 mm. Estas dimensiones lo ubican entre el tamaño de un Tiguan de cinco plazas y un Tiguan AllSpace de siete asientos.
Así es la mecánica del Volskwagen ID.4.
El tren motriz está compuesto por dos motores eléctricos, uno situado en el eje delantero que ofrece una potencia de 75 kW (101 CV) y 140 Nm de par y otro en el trasero de 150 kW (201 CV) y 310 Nm de par. Ambos estarán alimentados por una batería de 83 kWh situada en el piso del vehículo que le dotan de una autonomía de 500 kilómetros (NEDC). En Frankfurt, Volkswagen ha confirmado que su potencia de carga se eleva hasta los 150 kW bajo el estándar CCS, lo que le permitirá recuperar el 80% de la capacidad de la batería en 30 minutos.
Su fabricación se llevará a cabo íntegramente en Estados Unidos, tanto para su mercado como para el europeo. La planta de Chattanooga, en Tennessee, donde se producen los modelos Passat y Atlas, cuenta con suficiente espacio para albergar la producción de este y de un segundo modelo eléctrico, para lo que ha recibido una inversión de 800 millones de dólares.