La cancelación del Salón del Automóvil de Ginebra ha obligado a la marca alemana a realizar las presentaciones de forma virtual. Volkswagen ha mostrado las imágenes del ID.4 prácticamente definitivo, un SUV eléctrico derivado del prototipo denominado ID. CROZZ, que entrará en producción durante este mismo año. Gracias a su estudiada aerodinámica, el fabricante asegura que será capaz de alcanzar los 500 kilómetros de autonomía con la batería de mayor capacidad.
Volkswagen presenta así el segundo de sus modelos basado en la plataforma MEB. El ID.3 llegará a sus primeros compradores este verano presumiendo de un proceso de producción neutro en carbono, una cualidad que también cumple el ID.4. A diferencia del primero, que no se comercializará en Norteamérica, el SUV eléctrico será un modelo global que se producirá y venderá en Europa, Estados Unidos y China.
Diseño aerodinámico para reducir los consumos de un SUV
Según Ralf Brandstätter, director de Operaciones de Volkswagen:, "la sobresaliente aerodinámica del vehículo reducirá el coeficiente de arrastre y aumentará la autonomía del ID.4 hasta los 500 kilómetros, en función de la batería". Esta es una de las cualidades que más ha querido resaltar el fabricante, ya que el formato elevado de los SUV suele jugar en contra de la eficiencia. Volkswagen ha trabajado en ello para lograr mantener una autonomía similar al ID.3 en un vehículo con unas formas muy diferentes.
Zaga y lateral del Volkswagen ID.4..
La batería situada en la parte baja, entre los dos ejes, según indica el diseño de la plataforma MEB, baja la altura del centro de gravedad optimizando la dinámica de la conducción y la distribución de pesos a cada eje. El ID.4 llegará inicialmente con una variante con tracción trasera. La versión de tracción total, con doble motorización, llegaría un poco más delante. En cualquiera de los casos, el diseño dese cero ofrece un gran espacio interior, superior a los coches de combustión de su segmento, gracias a la distribución de los componentes eléctricos sobre la plataforma dedicada.
La comunicación de los ocupantes con el coche se realiza principalmente mediante pantallas y superficies táctiles. El conductor dispone de un cuadro digital dotado de controles muy intuitivos, según asegura la marca, aunque no ha confirmado si se trata de la misma estructuración que incluye el ID.3, que por otra parte, hereda del Volkswagen Golf 8.
Detalle de los faros del Volkswagen ID.4.
También híbridos enchufables para reducir las emisiones globales
El ID.3 y el ID.4 son para Volkswagen dos de los hitos que marcan su estrategia de neutralidad en carbono para 2050, cumpliendo así los compromisos del acuerdo climático de París. Con una inversión de 1.000 millones de euros, Volkswagen apuesta por electrificar su gama de modelos aumentando su oferta de vehículos híbridos. El empleo de propulsores híbridos suaves e híbridos enchufables en las grandes líneas de producto, como es el caso del Golf, ayudarán a reducir las emisiones de la flota de Volkswagen en el futuro.
Precisamente, los híbridos enchufables también han tomado cierto protagonismo en esta presentación virtual. La marca la ha aprovechado para mostrar el Touareg R propulsado por un sistema híbrido enchufable formado por un motor eléctrico que genera 100 kW (136 CV) y un motor de gasolina turboalimentado V6 (TSI) de 340 CV (250 kW). En total, bajo el capó estarán disponibles 462 CV. Le acompaña el nuevo Volkswagen Golf GTE, la variante híbrida enchufable de la octava generación de este modelo que iguala su potencia a la de la versión GTI ,tradicionalmente la más vitaminada de este modelo. Cuenta con un motor eléctrico de 85 kW (115 CV) y un motor de gasolina turboalimentado de cuatro cilindros (TSI) que genera 150 CV (110 kW). En total, la potencia combinada es de 245 CV.