Volkswagen se enfrenta a retos importantes en la implementación de su estrategia de movilidad eléctrica. La compañía ha encontrado obstáculos en la competitividad de sus precios y en ciertos aspectos técnicos de sus vehículos eléctricos, lo que ha generado preocupación entre sus dirigentes. Para fortalecer su posición, Volkswagen está explorando soluciones y optimizando sus operaciones, incluyendo medidas económicas que tienen como objetivo sanear su economía. Sin embargo, pese a los desafíos actuales, la compañía mantiene su compromiso con el desarrollo e innovación en vehículos eléctricos, algo que refuerza con su reciente asociación con Rivian.
Ya en el pasado mes de junio ambas compañías, presididas por Oliver Blume (Volkswagen) y RJ Scaringe (Rivian), anunciaron un acuerdo multimillonario por el cual los alemanes iban a invertir 5.000 millones de dólares en la empresa californiana. Una primera inyección de 1.000 millones y otra serie de transferencias hasta el total fijado. Finalmente, el Gobierno alemán dio el visto bueno al matrimonio y los primeros pasos de la alianza ya se han dado. Esa inversión alemana se ha transformado en la creación de una empresa conjunta que oficialmente se llamará Rivian and VW Group Technology, LLC que estará codirigida por los departamentos de tecnología de ambas empresas.
Primer lanzamiento en 2027, primero para Volkswagen
Por un lado el director de software de Rivian, Wassym Bensaid, y por otro el director de tecnología del Grupo Volkswagen, Carsten Helbing. La sede de la empresa se ubicará en Palo Alto, al norte del Estado de California, aunque ya se han anunciado tres oficinas más en Estados Unidos y Europa. Finalmente, Volkswagen invertirá más dinero del inicialmente pensado, llegando a un límite de capital de 5.800 millones de dólares en el transcurso de varios años. En el último lustro Rivian ha destacado por la eficiencia, la tecnología y el rendimiento de sus coches eléctricos. Los alemanes quieren beneficiarse de ese conocimiento. El propio RJ Scaringe ha reconocido que ambas empresas trabajarán codo con codo en el desarrollo de futuros productos.
Si bien el CEO de Rivian se ha referido directamente al Rivian R2, un SUV compacto que verá la luz en 2027, los alemanes han centrado el tiro en la creación de modelos de acceso “subcompactos”. Volkswagen está teniendo serias dificultades a la hora de desarrollar coches eléctricos pequeños y asequibles. En un primer intento, los alemanes rechazaron la mano de Renault y de su plataforma AmpR, la misma que ha estrenado el Renault 5. Sin embargo, no consiguen encontrar el rumbo adecuado y han pensado que nadie mejor que Rivian para aprovecharse de sus conocimientos y desarrollos. Los americanos han demostrado ser realmente buenos a la hora de crear coches eléctricos. Por su parte, Rivian se beneficia de una inyección de capital que no le vendrá nada mal.
Tal y como reza el comunicado oficial publicado por ambas compañías, Rivian y VW desarrollarán "una arquitectura eléctrica de próxima generación y la mejor tecnología de software de su clase para los futuros vehículos eléctricos de ambas empresas, cubriendo todos los segmentos de vehículos relevantes, incluidos los autos subcompactos". Colaborarán en la electrónica y el software subyacente del vehículo, partes fundamentales de cualquier coche eléctrico moderno, pero no en otras áreas como las baterías o los motores. Volkswagen planea poner en producción un vehículo con la nueva arquitectura en 2027. El propio Blume ya ha adelantado qué marcas serán las primeras en recibir la tecnología: “comenzaremos con Volkswagen, luego Audi, Scout, Porsche y después todas las marcas que vendrán".