Dice el refrán que las prisas son malas consejeras. Tesla ha revolucionado el mundo de la automoción. La industria está cambiando de los pies a la cabeza y lo está haciendo a un ritmo vertiginoso. Es difícil seguir el ritmo de lanzamientos y novedades y a Volkswagen le está costando mantener un buen compás de ventas de su familia 100% eléctrica. Los de Wolfsburgo están teniendo problemas en los principales mercados: primero fue en China y ahora es en el Viejo Continente. Las ventas caen de forma alarmante y las dudas empiezan a aflorar en la marca generalista euroepa por antonomasia.
Tal y como recoge el periódico alemán Handelsblatt, citando fuentes internas de la compañía, los objetivos anuales de la gama ID están muy por debajo de lo inicialmente estimado. No hay un modelo en concreto que se vea afectado más o menos, pues todos han reducido considerablemente el número de pedidos. El único que se salva es el Volkswagen ID. Buzz por ser la novedad, aunque su elevado precio de venta pronto puede ser un lastre. Está más considerado como un modelo de capricho que como un monovolumen eléctrico realmente funcional.
Volkswagen ha declarado que está sintiendo un rechazo general hacia la compra de coches eléctricos y que su problema no es exclusivo, otros fabricantes también lo sufren. Mercedes, sin ir más lejos. A los de Stuttgart tampoco les salen las cuentas. Su familia EQ no cumple expectativas y los márgenes de beneficio se ven comprometidos ante unos resultados nefastos. A finales del mes pasado informamos sobre una importante reducción en la producción de eléctricos de Volkswagen. Las fuentes apuntaban a una reestructuración por la proximidad de la temporada estival, pero los números dejan una sensación muy distinta al discurso oficial.
Tal y como recoge el ya mencionado periódico alemán, Volkswagen fabricó, entre enero y mayo, un total de 97.000 unidades de sus modelos de la gama ID, pero tan sólo consiguió matricular 73.000 vehículos. Para poner un poco en contexto estas cifras sólo hay que ver los datos de Tesla en el mismo periodo. Entre enero y mayo de este año, los americanos han comercializado más de 100.000 unidades del Tesla Model Y. De esta forma, es imposible que Volkswagen se convierta en una alternativa real a la compañía de Elon Musk. Algo tiene que cambiar.
El problema es que a los alemanes les queman los pies. Con Tesla completamente desatada, la llegada de nuevos rivales desde Oriente pone más en peligro su estrategia eléctrica. El MG4 es uno de los coches que más ha llamado la atención en los últimos tiempos. En España, ha llegado a representar el 85% de las matriculaciones de MG. Es un rival directo del Volkswagen ID.3. Si volvemos a revisar las ventas en el primer semestre del año, el MG4 logró materializar 23.100 matriculaciones en Europa por las poco más de 28.000 unidades vendidas del ID.3. Un margen muy estrecho que evidencia un problema de márgenes de beneficio. La rentabilidad actual de Volkswagen es de un 3% cuando debería ser de más del doble.
¿Qué es lo que va a hacer Volkswagen para reconducir la situación?
Pues a corto plazo no hay nada que pueda hacerse. Volkswagen tiene que revisar su estrategia y lo está haciendo. En los últimos tiempos se han producido anuncios importantes como la reducción de la gama. En Alemania van a sacar la tijera a pasear y eso supondrá decir adiós a varios modelos, los menos rentables. En cuanto a eléctricos, la estrategia pasa por renovar el enfoque de la gama ID. Las siglas desaparecerán para que así Volkswagen pueda centrarse en vender sus productos estrella como son el Polo, el Golf o el Tiguan. Por último, y más importante, sacará al mercado un eléctrico de precio razonable, en torno a 25.000 euros, aunque todavía tardará en llegar.