Volkswagen replantea su estrategia eléctrica tras resultados insatisfactorios

En Wolfsburgo necesitan replantearse el futuro. Su gran sueño es hoy por hoy imposible de conseguir. La electrificación no está tomando el rumbo que se esperaba y los planes se retrasan.

Volkswagen tendrá que suplir sus eléctricos con tecnologías híbridas intermedias.
Volkswagen tendrá que suplir sus eléctricos con tecnologías híbridas intermedias.
19/05/2024 09:00
Actualizado a 19/05/2024 09:00

Viendo el auge y la determinación de Tesla, Volkswagen vio que era posible adelantarse a la competencia en la futura carrera eléctrica. Durante el mandato de Herbert Diess, la compañía realizó uno de los cambios más agresivos que se hayan visto en la industria. De la noche a la mañana, Volkswagen anunció su total conversión a la movilidad eléctrica en un plazo muy corto de tiempo. La expansión de la gama ID buscaría posicionarse antes que nadie en el mercado, pero los resultados distan mucho de ser los buscados. A tenor de las cifras, Volkswagen no tiene más remedio que replantearse su futuro. El coche eléctrico sigue siendo parte del futuro de la compañía, pero con cambios en la estrategia. 

La estrategia de todo o nada anunciada desde Wolfsburgo años atrás no sentó bien a sus rivales. Cuando el mayor fabricante de Europa y el segundo del mundo toma una decisión, todo el mundo se plantea su existencia. Durante décadas, Volkswagen ha demostrado estar en sintonía con el mercado y con sus clientes. Han ofrecido coches que han tenido un gran alcance tales como el Beetle, el Polo, el Golf o el Passat, líderes indiscutibles en sus respectivas categorías. Por eso, cuando el propio Diess anunció una atrevida estrategia dando la espalda a sus modelos más icónicos, muchos se echaron las manos a la cabeza.

Volkswagen ID7
Volkswagen necesita parar, echar la vista atrás y replantearse toda su estrategia eléctrica.

Una tecnología puente que puede durar muchos años

Hay que avanzar, pero no se puede perder de vista el pasado. Volkswagen ha hecho mal en olvidarse de esos coches que tanta fama y dinero les han proporcionado. Si bien las cifras prometían un panorama completamente diferente, el riesgo corrido por el mayor fabricante de Europa era demasiado. Jugárselo todo a la carta de lo eléctrico no ha demostrado ser la maniobra correcta. La inversión ha sido descomunal y ante las nuevas perspectivas, Volkswagen tiene que recortar gastos, pero no da con la forma acertada de hacerlo. Han bajado la calidad de sus productos, es evidente, pero no el precio de los coches. Ese desequilibrio ha sido muy perjudicial para una marca que, tal y como su propio nombre indica, quería movilizar al pueblo.

Coches caros, sin la calidad esperada y que a nivel técnico no han ofrecido nada nuevo o mejor. La competencia es cada vez más firme y Volkswagen puede perder esa posición de poder que ha ostentado durante muchos años. “El futuro pertenece a los coches eléctricos”, afirmaba hace unas semanas Thomas Schmall, director de Tecnología. Sin embargo, su jefe, Thomas Schäfer ha hecho declaraciones bien diferentes a lo largo de los últimos días. Los híbridos parecían cosa del pasado, pero no. Toyota demuestra que están más vivos que nunca. Los japoneses han registrado el mejor año comercial de toda su historia y sus coches hoy ocupan los puestos que hace unos años estaban ocupados por Volkswagen.

Volkswagen ID3 GTX
Volkswagen ni siquiera tiene claro el nombre de sus futuros coches eléctricos. La gama ID podría desaparecer.

Wolfsburgo tiene que invertir en tecnologías intermedias hasta que la electrificación tome el protagonismo que todos esperan. Lo peor de ser un gran grupo es que cuando algo falla los problemas sacuden a todas las marcas del conglomerado. La estrategia de hibridación debe ser común y sensata. Volkswagen necesita recuperar esa posición de marca generalista cercana que tan buenos frutos le ha dado. Audi está claramente retrasada con respecto a sus mayores rivales, SEAT coquetea con la desaparición mientras que en Skoda siguen apoyándose principalmente en la combustión. A día de hoy, la única marca del Grupo Volkswagen que está segura es Porsche. 

El panorama cambia muy deprisa. La inestabilidad es evidente y es por eso que ahora más que nunca hay que ser flexible. El propio Schäfer reconoce la complejidad del mercado: “Los híbridos eran cosa del pasado. El año pasado, si hubieses hecho la misma pregunta, la respuesta habría sido: ‘olvídate de los híbridos, es una tecnología cara, no vale la pena’. Pero en los últimos seis meses todo el mundo quiere híbridos". “Es una tecnología puente. Aunque la propulsión eléctrica por batería se está estancando un poco en este momento, todavía necesitamos esta tecnología de transición”. No obstante, también puntualizó que “no necesitamos una oferta enchufable en cada modelo”. Es decir, no todos los vehículos contarán con esta opción, sino que se limitará a una serie de modelos concretos.

Sobre la firma
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Javier Gómara

Ingeniero de carrera y periodista de motor por placer y pasión. Redactor de Híbridos y Eléctricos desde 2021, cubriendo la actualidad del sector de los vehículos eléctricos y la movilidad sostenible.

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