El Grupo Volkswagen ha confirmado que tiene asegurado por contrato el suministro de las baterías para los vehículos eléctricos planificados en su primera etapa electrificada, hasta 2023. Los proveedores contratados para los vehículos eléctricos fabricados para Europa, China y Estados Unidos cumplirán sus contratos, mientras Volkswagen continúa sus conversaciones con proveedores externos y sus inversiones en instalaciones propias, para los años siguientes.
En 2021, el Grupo Volkswagen tiene previsto fabricar 330.000 vehículos eléctricos al año en su planta en Zwickau, Alemania, que llegarán al mercado bajo las marcas Volkswagen, Audi y Seat. El primero de ellos, el Volkswagen ID.3 comenzará a producirse a finales de este año, tras su presentación en el Salón de Frankfurt en septiembre, y a entregarse en los primeros meses de 2020.
Este despliegue eléctrico se traduce en una demanda de baterías de más de 300 GWh en los primeros 10 años, solo en Europa y Asia, superando la capacidad actual de producción del mercado. Volkswagen ha firmado contratos de suministro con LG Chem, Samsung y SK Innovation para proveerse de las baterías para sus fábricas europeas, con CATL para China y con SK Innovation a partir de 2022.
Planta del Grupo VAG en Zwickau, Alemania.
Paralelamente, el Grupo Volkswagen ha invertido en la empresa sueca Northvolt alrededor de 900 millones de euros que se dedicarán a diversas actividades relacionadas con las baterías. Una parte de la cantidad se destinará a una empresa conjunta, que pondrá en pie una fábrica de baterías en la ciudad alemana de Salzgitter, en la Baja Sajonia, con una capacidad de producción de 16 GWh. Comenzará la producción de celdas de baterías a finales de 2023 o principios de 2024 y, en los años siguientes, podría ampliar su capacidad hasta los 24 GWh.
Ante las especulaciones surgidas en la prensa alemana sobre la posible cancelación unilateral de los contratos por parte de sus proveedores actuales tras las decisiones de inversión en sus propias plantas de baterías, Thomas Ulbrich, responsable de la División e-mobility de Volkswagen, ha asegurado que durante los primeros años de su plan, hasta 2023, "el suministro de celdas de baterías ha sido asegurado por contrato". El dirigente afirma que, a pesar de que los fabricantes de baterías quieran "mantener su oligopolio durante mucho tiempo", no es posible que rompan los contratos.
Ulbrich no ha negado que estén buscando nuevos suministradores para cubrir su creciente demanda sobre todo tras la revisión del contrato firmado con Samsung SDI, que ante el volumen de producción requerido por el calendario de lanzamientos, tan solo podrá hacer frente a 5 GWh de los 20 que tenía contratados, es decir la cuarta parte de la demanda. "Nuestras necesidades de adquisición continuarán después de los primeros años por lo que es probable que mantengamos las negociaciones durante los próximos tres a cinco años", ha añadido.
La batería de los coches eléctricos del Grupo Volkswagen se sitúa bajo el habitáculo de la plataforma MEB.
Los problemas, en Audi
Algunas informaciones aseguran que Audi sí está teniendo dificultades de suministro con la producción de las baterías de sus próximos vehículos eléctricos, lo que puede suponer un cuello de botella en las entregas. Según el periódico belga L'Echo, Audi ha reducido los planes de fabricación del e-tron en su fábrica de Bruselas de 55.830 unidades a 45.242.
Además, Audi, que tenía previsto iniciar la producción de su segundo modelo eléctrico, el e-tron Sportback, a finales de este año, ha tenido que retrasarlo a principios de 2020. Según el mismo diario la razón es la escasez de suministro de celdas de batería de LG Chem. Automobilwoche asegura que Audi ha añadido a Samsung SDI como proveedor de celdas de batería para el e-tron.
Audi e-tron y Audi e-tron Sportback.
Problemas similares se produjeron con el lanzamiento de la versión eléctrica del Hyundai Kona el año pasado. La lista de espera llegó a ser de hasta una año debido a la falta de disponibilidad de las baterías suministradas por LG Chem. El fabricante coreano tuvo que firmar un contrato con SK Innovation para poder flexibilizar el suministro y ajustar la producción.