Como bien es conocido, Mercedes-Benz es una de las compañías que se ha echado atrás en sus pronósticos sobre electrificación de cara a los próximos años. Concretamente, la compañía ya esperaba que en 2025 la mitad de sus ventas estuviesen protagonizadas por coches eléctricos para, en 2030, alcanzar una cuota del 100%. No obstante, viendo las cifras de ventas, este objetivo final se ha trasladado hasta el 2035.
Sin embargo, este no es único traspiés que está sufriendo la electrificación dentro de la compañía germana. Concretamente, sus últimos modelos de altas prestaciones, los firmados por AMG, están apostando por bloques de gasolina más pequeños apoyados sobre un sistema eléctrico de hibridación enchufable, como el actual Mercedes-AMG C 63 S E Performance, por ejemplo. Pero este no está convenciendo del todo a sus potenciales clientes.
Mercedes-AMG podría renunciar a la sostenibilidad de su sistema híbrido
Este no es especialmente un sistema mecánico lento, pues cuenta con un total de 680 CV y 1.020 Nm de par máximo. Con ello es capaz de hacer el 0 a 100 km/h en tan sólo 3,4 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 280 km/h. Es un sistema del todo avanzado con tecnología proveniente directamente de la Fórmula 1. Pese a ello, la marca podría recular y volver al sistema arcaico de un V8 ‘convencional’.
La polémica con el último C 63 viene desde su presentación, ya que no sentó especialmente bien entre sus fans más acérrimos la sustitución del V8 por un cuatro cilindros en línea hibridado, por muy prestacional que este fuera y pese a que es notablemente mejor en todos los aspectos. Por ello, la marca podría renunciar a este sistema mecánico en el nuevo Mercedes-AMG CLE 63 que será una realidad en los próximos meses.
Pese a ser una particular alternativa coupé a la Clase C, este contará con una mecánica bien diferenciada. Concretamente será el V8 biturbo de 585 CV y 4.0 litros de cubicaje. Este bloque de combustión es ya un viejo conocido dentro de la gama del fabricante alemán, ya que es el mismo que también se monta en otros modelos, como el Mercedes-AMG SL 63 o el GT 63, por ejemplo.
Esto supondrá que los nuevos modelos sean más lentos (hasta medio segundo más en la ejecución del 0 a 100 km/h) y significativamente más ‘gastones’ en el consumo de combustible. ¿Tiene sentido real esto? Las ventas e interés han demostrado que, a día de hoy, esto es lo que están pidiendo sus clientes potenciales.
No obstante, por el momento esto no son más que rumores, ya que no hay una confirmación oficial al respecto. La respuesta debería llegar en los próximos meses, cuando Mercedes-AMG presente la variante más deportiva de la gama CLE. Hasta entonces, continuará siendo una incógnita.