Xiaomi es actualmente una de las empresas tecnológicas con mayor repercusión y peso del mundo. El gigante de las telecomunicaciones anunció hace ya más de un año su incursión en el sector de los coches eléctricos, y no ha sido hasta ahora cuando su CEO, Lei Jun, ha compartido su punto de vista de manera más cercana sobre cómo piensa la empresa hacerse un hueco entre los fabricantes de automóviles de mayor volumen del mundo.
En pocas palabras, se puede decir que Jun ha metido cierto miedo a los grandes nombres del sector del automóvil. Para cuando abrió este hilo en Twitter, dejó claro que el 80 % del mercado del coche eléctrico estará controlado por tan sólo 5 fabricantes a nivel global, y el gigante chino no entrará a competir en este sector si no es para estar entre los grandes.
A grandes rasgos, Jun determinó que gracias a la entrada en juego del coche eléctrico, las puertas se han abierto de manera clara para nuevos actores en este ámbito, pues es más fácil amortizar costes de desarrollo gracias a que una gran parte de los componentes que dar forma a un coche eléctrico gozan de una modularidad muy alta, lo que permite compartir un gran número de piezas entre vehículos.
"El umbral de fabricación de los vehículos eléctricos se ha reducido drásticamente en comparación con los coches de gasolina: 30.000 componentes son muy modulares y el coste de las baterías ha bajado un 80% en los últimos diez años (con al menos un 50% más de margen de reducción de costes en el futuro)".
Es precisamente el último aspecto el que más preocupado debería tener a los grandes fabricantes, pues gracias a sus dispositivos electrónicos, Xiaomi ya goza de una prioridad significativa en lo relativo a fabricación de baterías, y anunciar que el precio de las mismas, a su modo de ver, se puede reducir hasta en un 50 % más en el futuro. Es decir, teniendo en cuenta el peso que ya tiene en la industria de la electrónica de consumo, y apuntando a un volumen de 10 millones de coches eléctricos, se puede decir, en cierta manera, que tiene la sartén cogida por el mango.
Más allá de ello, y en la vertiente de producto, Xiaomi quiere entender un coche eléctrico como una forma de consumo electrónico: "Creo que los vehículos eléctricos son una forma de electrónica de consumo cuyo núcleo es la inteligencia, el software y la experiencia del usuario. La esencia de la industria del automóvil evolucionará de la mecánica a la electrónica de consumo, donde la cuota de mercado está muy concentrada entre los principales actores".
Sea com fuere, lo cierto es que no será hasta 2024 cuando veamos un coche eléctrico firmado por Xiaomi, o al menos un prototipo o primer avance del mismo, aunque la marca ya se encuentra probando prototipos a pie de calle, así como su tecnología de conducción autónoma.