La llegada de la movilidad eléctrica masiva ha despertado el interés de otras industrias para posicionarse en un mercado en alza. Los fabricantes tradicionales no sólo tienen que enfrentarse a las cada vez más numerosas marcas asiáticas, sino que estas, a su vez, se ven amenazadas por empresas de otros sectores que han arrancado proyectos similares. Conocidos son los casos de las tecnológicas Foxconn, Apple y Xiaomi. Esta última es la que parece más activa y mejor preparada para arrancar su nueva etapa pronto. Hoy sabemos que su primer coche eléctrico ya está siendo producido.
Hace ya mucho tiempo que surgieron los primeros rumores de un lanzamiento cuanto menos inesperado. Conocida en todo el mundo por sus dispositivos móviles y diferentes soluciones tecnológicas, Xiaomi ha pasado de ser una empresa desconocida a todo un gigante global. Cuenta con representación en todo el mundo y sus arcas se han llenado de un dinero que ahora se consumirá, en parte, en la división de automóviles. Se espera que la inversión supere los 9.000 millones de euros en los primeros 10 años de vida. Un gasto considerable que pronto podremos palpar.
Xiaomi ya anunció sus planes de lanzarse al mundo de las cuatro ruedas, pero durante mucho tiempo el proyecto ha estado rodeado de un halo de secretismo y seguridad. Las filtraciones han sido mínimas, pero en los últimos meses se han intensificado los rumores y la actividad en torno al proyecto. A principios de este año pudimos conocer el nombre comercial con el que saldrá a la venta, MS11, viendo, de paso, las primeras imágenes filtradas. Hasta entonces sólo lo habíamos visto fugazmente en algún momento puntual de su etapa de pruebas.
Durante estos meses, Xiaomi ha ido quemando etapas. Diseño, tecnología, pruebas… Todos ellos pasos necesarios para poner en el mercado un producto que ofrezca garantías y calidad. Al igual que con sus dispositivos móviles, los chinos quieren ofrecer un producto con una excelente relación calidad-precio. Por el momento, son pocos los detalles que conocemos, pero uno de ellos, quizá uno de los más importantes, sí ha sido desvelado, la batería. Según las informaciones descubiertas, el Xiaomi MS11 montará una batería NCM de 101 kWh de capacidad que le permitirá homologar una gran autonomía.
Ese tamaño de batería, que pesará en torno a 640 kilos, debe ser más que suficiente para homologar grandes distancias. Xiaomi ha asegurado que su coche eléctrico tendrá una eficiencia irreprochable, además de una tecnología embarcada que será referencia en la industria. Recientemente, la compañía ha recibido el visto bueno para iniciar la actividad como fabricante de automóviles, lo que intrínsecamente quiere decir que ya puede producir su primer coche eléctrico. Un informe publicado en China, recogido por CnEVPost, detalla que Xiaomi lleva semanas produciendo el MS11.
La información apunta a que la producción actual se sitúa en torno a las 50 unidades por semana en la planta de Yizhuang, a las afueras de Beijing. La compañía está contratando al personal necesario para ampliar el trabajo. El siguiente paso es la certificación del Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT). El organismo público debe evaluar los requisitos del coche, así como los estándares de seguridad. Todo apunta a que la producción en masa del MS11 podría arrancar oficialmente en la primavera del año que viene.