Hace unos días empezó a correr la noticia que Evergrande estaba planteándose la posibilidad de deshacerse de su división de automóviles. Aunque Evergrande es una gigantesca empresa centrada en la construcción, tal es su poderío financiero que años atrás decidieron apostar por empresas automovilísticas. Sin embargo, no corren los mejores tiempos para ella, y por ese motivo están pensando en vender esa parte del conglomerado. Y por ofertas no será.
Xiaomi ha visto el cielo abierto ante esta posibilidad. Mucho se ha hablado de las ganas que tiene la empresa tecnológica en dar el salto al sector de las cuatro ruedas. Todo el mundo sabe que, si Xiaomi se decide a lanzar un coche eléctrico, la industria podría cambiar rápidamente. El principal problema de la compañía tecnológica es que no tiene capacidad operativa para fabricar ese vehículo. Al menos no la tenía hasta que ahora ha visto la posibilidad dada la debilidad de Evergrande.
Dentro de las marcas que el conglomerado chino posee está SAAB. La antigua marca sueca de coches está bajo el control de la compañía asiática, al igual que otras como Koenningseg. Todas ellas se recogen bajo el paraguas de la empresa NEVS (National Electric Vehicle Sweden). Actualmente NEVS ya ha perdido parte de la plantilla por los problemas económicos de Evergrande, y los efectos no han hecho más que empezar.
Ahora mismo el gigante de la construcción necesita más de 100.000 millones de dólares, una cantidad astronómica que no cubrirá exclusivamente con la venta de NEVS. Diversos informes provenientes de China apuntan a que un consorcio de diversas empresas, lideradas por Xiaomi, son las mejor posicionadas para la compra de la empresa sueca. La idea de este consorcio es reflotar la compañía, o fundar una nueva, con el objetivo de producir vehículos eléctricos en masa.
Por el momento no se tiene más información acerca del estado de las negociaciones o las cantidades por las que están negociando las empresas. En cuanto al propio coche eléctrico de Xiaomi, todo parece indicar que será confirmado más pronto que tarde. Puede que ese anuncio llegue acompañado de la compra de SAAB y NEVS a Evergrande. Todo esto pone en duda la posibilidad que se estaba manejando hasta ahora sobre quién iba a realizar la fabricación.
Al igual que Apple, Xiaomi tiene un problema de know-how. Su mundo es la tecnología, muy diferente al del motor. Hasta ahora las informaciones apuntaban a que iba a ser el fabricante Great Wall Motors el encargado de producir el vehículo, pero a tenor de los nuevos movimientos, puede que ese acuerdo quede en el olvido. Ojo con pensar que Great Wall Motor no es nadie conocido, porque nada más lejos de la realidad. De hecho, van a ser ellos los que construyan la próxima generación del MINI eléctrico que se apoyará sobre la plataforma desarrollada por el gigante chino.