Hace ya más de un año que Europa y China empezaron a tomar decisiones que ponían en peligro el libre mercado del coche eléctrico en el Viejo Continente. Tras una larga investigación, Bruselas decidió aplicar sanciones económicas a los fabricantes chinos al considerar que habían estado apoyados por el Gobierno de Xi Jiping en una clara maniobra de desestabilización internacional. Durante estos meses ambas partes se han sentado a la mesa de diálogo, pero las negociaciones de última hora no han llegado a buen puerto. Tras no concluir ningún acuerdo, Europa activa definitivamente los aranceles a la importación de coches eléctricos fabricados en China.
Si bien toda la industria se ha mostrado en contra de esta medida, sobre todo los fabricantes, el Parlamento Europeo ha hecho oídos sordos. Los grandes directivos de empresas europeas como Oliver Blume (BMW), Carlos Tavares (Stellantis) o Luca de Meo (Renault), y muchos otros, se han pronunciado en contra de estas sanciones económicas camufladas en forma de aranceles. Las marcas temen que China tome medidas similares contra ellas en Asia en un momento de gran dependencia comercial. En 2023, las ventas de Mercedes en China representaron el 36% del total global. La aplicación de impuestos como el ahora fijado por Europa dinamitaría los beneficios.
Los aranceles podrían intensificar la crisis europea del coche eléctrico
Desde China han propuesto varias alternativas, como fijar un precio mínimo, algo que no ha terminado de convencer a los políticos europeos. Las negociaciones y las votaciones han tenido a Europa dividida los últimos meses. No hay duda que esta ha sido una de las políticas continentales que más han dividido a la zona euro. España y Alemania, los dos principales productores de vehículos en Europa podrían ser los países más afectados por la entrada en vigor definitiva de los aranceles. En cambio, países como Francia han votado a favor. Cada país ha buscado su propio beneficio, en lugar de seguir un rumbo común.
Por el momento China no se ha pronunciado al respecto, aunque en más de una ocasión han dejado clara su postura. El Gobierno de Xi Jinping podría activar rápidamente medidas de contraataque que resultarían, como ya hemos dicho, perniciosas para los intereses comerciales de las marcas europeas en la región. También para el cliente, que verá incrementado el precio de los coches. La situación es más delicada de lo que parece ya que llega en un momento de gran delicadeza para algunas marcas de gran valor como Mercedes o Volkswagen. Los de Wolfsburgo están intentando evitar el cierre de fábricas en Alemania, algo que no se había ni siquiera imaginado hace unos años.
Durante estos meses de negociaciones las marcas chinas han intentado acumular stock para reducir el impacto de las nuevas tasas arancelarias negociadas. No todas las marcas tienen que pagar lo mismo y no sólo las marcas chinas se ven afectadas. Tesla también tendrá que pagar un extra por cada vehículo que cruce las fronteras, un 7,8% adicional que se suma al 10% de impuestos que ya estaba vigente. Finalmente Europa ha decidido que esto es lo que tienen que pagar cada una de las compañías que ya operan en el Viejo Continente:
- BYD - 17%
- Grupo Geely - 18,8%
- Aiways - 20,7%
- JAC Motors - 20,7%
- BMW Brilliance - 20,7%
- Chery - 20,7%
- FAW - 20,7%
- Changan - 20,7%
- Dongfeng - 20,7%
- Great Wall Motor - 20,7%
- Leapmotor - 20,7%
- NIO - 20,7%
- XPeng - 20,7%
- Grupo SAIC - 35,3%