La empresa alemana ZF Friedrichshafen ha mostrado su apuesta por la electromovilidad creando una nueva división interna dedicada exclusivamente a las líneas de transmisión electrificadas. Paralelamente, ha comenzado a detener el desarrollo de motores de combustión interna lo que demuestra que considera que será una línea de negocio que dejará de aportar beneficios en los próximos años. A partir de ahora, las inversiones se dirigirán a los motores eléctricos y trenes motrices híbridos enchufable.
La nueva división, todavía sin nombre, estará dirigida por Stephan von Schuckman, que actualmente lidera la de Tecnología del tren motriz del automóvil que quedará incluida en la nueva, junto a la llamada E-Mobility. Además, a sus 46 años, reemplazará en el consejo de administración de ZF a Michael Hankel que se jubilará el 31 de diciembre después de 17 años en ZF. Schuckman trabaja en ZF desde 2003, donde ha ocupado varios puestos de gestión como vicepresidente senior de finanzas, control, TI y gestión de procesos, antes de asumir el cargo de jefe de la división de Tecnología en octubre de 2018.
Stephan von Schuckman ZF.
En el comunicado oficial enviado la semana pasada, el proveedor alemán informaba de la creación de esta nueva división, y afirmaba que su puesta en marcha "acelerará aún más la transformación de la industria hacia las tecnologías híbridas enchufables y los accionamientos cien por cien eléctricos". Según el informe anual de ZF de 2019, a largo plazo, las líneas de transmisión puramente eléctricas serán las predominantes en los automóviles de pasajeros y en los vehículos comerciales en mercados con una infraestructura de recarga adecuada y geografía favorable.
ZF no ha dado más detalles sobre retirada de nuevas inversiones en sistemas de propulsión de combustión interna. Se rumorea que está considerando recortar 15.000 empleos, la mitad de ellos en Alemania, en respuesta a la caída de la demanda.
A finales de 2018, ZF anunció una inversión de 800 millones de euros en su fábrica de transmisiones de Saarbruecken, en Alemania, para arrancar la a transición de los accionamientos convencionales a los eléctricos. Desde el año pasado, trabaja en dos direcciones diferentes en el sector de la electromovilidad. La nueva transmisión automática de ocho velocidades ha sido desarrollada para diferentes niveles de hibridación, tanto para híbridos suaves como para híbridos enchufables y no enchufables. La electrónica de potencia desarrollada para ella se integra directamente en la carcasa facilitando el ensamblaje del conjunto.
Motor eléctrico de ZF de 170 kW de potencia para autobuses y camiones.
Paralelamente ha desarrollado una transmisión de dos velocidades para vehículos totalmente eléctricos que consta de un motor, un cambio de dos etapas y de la correspondiente electrónica de potencia. Por último ofrece diferentes soluciones tecnológicas para controlar los sistemas de suspensión, frenado y dirección, elementos clave en el desarrollo de una conducción totalmente automatizada.
Continental, otro de los grandes proveedores de la industria automotriz, y competidor directo de ZF, también ha apostado por una reestructuración similar. A finales de 2019, el grupo alemán anunció la modificación que iba a realzar en su estructura empresarial para adaptarse al cambio de la industria automotriz. Anunció también que revisaría y detendría parte de la inversión en tecnología dirigida a los motores de combustión interna. Esta decisión supondrá el despido de miles de trabajadores, principalmente en sus fábricas que producen componentes para motores de combustión interna.