¿Cómo conectar países como Reino Unido y Dinamarca para aprovechar la energía producida por parques eólicos? La clave la tiene el Viking Link, un cable de grandes proporciones que se ha convertido en el más largo del mundo en lo que se refiere a alto voltaje. Con una longitud de 765 kilómetros, conecta la costa de ambos países a través del Mar del Norte. Este cable submarino tiene unas cualidades un tanto particulares, ya que su producción ha entrañado una serie de desafíos que no se habrían producido en otras áreas geográficas.
Así es el cable submarino de alto voltaje más largo del mundo
La eólica se ha convertido en una de las fuentes de energía renovable con más potencial en el mercado energético. En este sentido, disfrutar de una red de cableado de alto voltaje de hasta 765 kilómetros para conectar dos países separados no ha sido tarea sencilla. Al fin y al cabo, se trata de una instalación que supone hasta 40 kilogramos de peso por cada metro de porción. Por este motivo, se ha tenido que montar una infraestructura cuyo coste total se ha situado próximo a los 2.300 millones de dólares (2.085 millones de euros).
Para poder entender la importancia de este megaproyecto hay que hacer especial mención a la propia orografía del terreno. Se trata de unas aguas que cuentan con tramos con muy poca profundidad, un problema añadido en este tipo de instalaciones. Entre los problemas asociados a este tipo de proyectos está, sin duda alguna, la mayuor probabilidad de sufrir sabotajes o averías por el impacto de otros buques.
El objetivo de esta infraestructura es dar cobertura energética limpia a Dinamarca y Reino Unido. Bastará con analizar la producción energética de ambos países para analizar qué país está obteniendo una mayor cantidad de energía eléctrica a través de sus parques eólicos. Tras realizar esta comprobación, se procederá un trasvase del excedente al otro país. Se trata de una medida que permitirá reducir, todavía más, la dependencia de los recursos fósiles de ambos Estados.
Para poder completar la instalación de las diferentes secciones se ha recurrido al buque Leonardo da Vinci, el cual está especialmente diseñado para poder transportar el cable submarino. Se trata de una obra que culminará su creación en julio de 2024, convirtiéndose así en uno de los mayores ejercicios de cooperación entre países en materia energética.
Ambos países se verán beneficiados por esta medida, ya que cuentan con objetivos a medio plazo para reducir las emisiones procedentes de sus respectivos sectores energéticos. Por un lado, Reino Unido todavía no ha conseguido garantizar la producción de energía a través de las opciones eólica y solar, mientras que Dinamarca pretende reducir el 70% de sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.