Muchas fábricas de coches en todo el mundo han comenzado a instalar paneles solares en sus instalaciones para generar electricidad destinada a sus procesos de producción. Estas placas, ubicadas generalmente en los techos de las plantas o en terrenos adyacentes, son capaces de suministrar una parte significativa de la energía que necesitan para operar. Alimentan maquinaria, sistemas de iluminación, calefacción y refrigeración, e incluso líneas de montaje robotizadas, reduciendo la dependencia de fuentes de energía no renovables.
Volkswagen ha demostrado que su compromiso con la sostenibilidad va más allá de fabricar vehículos eléctricos y más allá de sus plantas de fabricación. En 2024, la compañía alemana generó 1,1 TWh de electricidad limpia a través de sus 26 parques solares y eólicos distribuidos en nueve países europeos, entre ellos España, Suecia y Portugal. Esta cantidad de energía es suficiente para cubrir la demanda anual de 300.000 hogares, subrayando el impacto positivo de sus iniciativas en el sector energético.
Energía renovable al servicio de la movilidad eléctrica
Desde que en 2021 Volkswagen decidió apostar por la generación de energía verde, sus proyectos han suministrado a la red eléctrica europea un total de 3 TWh, equivalentes a la demanda eléctrica de 800.000 hogares. Este enfoque está estrechamente relacionado con el desarrollo de su gama de vehículos eléctricos ID, que incluye modelos como el ID.4 e ID.3, diseñados para ser neutros en carbono a lo largo de su vida útil.
Volkswagen no solo busca reducir las emisiones durante la fabricación y el uso de sus coches eléctricos, sino también asegurarse de que la energía utilizada para cargarlos sea limpia. Según Andreas Walingen, director de estrategia de Volkswagen Turismos, el objetivo de la empresa es permitir que sus clientes utilicen sus vehículos eléctricos de forma totalmente neutra en carbono.
Proyectos estrella de Volkswagen
Entre los proyectos más destacados de Volkswagen se encuentran un gigantesco parque solar en el norte de Portugal, cerca de Vila Real, que genera más de 60 GWh al año, y un parque eólico en Djupdal, en Suecia, que produce más de 1.000 GWh anuales. Este último cuenta con un apoyo del 70 % por parte de la empresa alemana y se posiciona como uno de los mayores productores de electricidad renovable en Europa.
España también juega un papel clave en esta estrategia. Actualmente, Volkswagen apoya 18 plantas fotovoltaicas y ocho parques eólicos en el continente, con un enfoque especial en nuestro país. Estas iniciativas no solo benefician a la empresa, sino que también contribuyen a descarbonizar el suministro eléctrico europeo y a acelerar la transición hacia una energía limpia.
Un paso firme hacia la neutralidad de carbono
El compromiso de Volkswagen no termina con la generación de electricidad renovable. La marca se ha fijado el ambicioso objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono en los próximos diez años. Para lograrlo, se basa en dos pilares fundamentales: la descarbonización y la transición hacia la movilidad eléctrica.
La estrategia de sostenibilidad de Volkswagen está diseñada para garantizar que cada uno de sus vehículos eléctricos recorra hasta 200.000 kilómetros sin dejar huella de carbono. Esto incluye tanto las emisiones generadas durante la producción como las asociadas al consumo de energía para cargar las baterías.
El uso de fuentes renovables en fábricas y parques de recarga permite a Volkswagen avanzar hacia su meta de sostenibilidad mientras inspira a otros fabricantes a seguir el mismo camino. Demuestra que la sostenibilidad es un esfuerzo integral que abarca desde la producción hasta el uso final de sus vehículos.
Este planteamiento es una prueba de que la industria puede ser parte de la solución al cambio climático, dejando claro que el futuro de la movilidad eléctrica está estrechamente ligado al desarrollo de energías renovables.