95 años después de su fundación en 1929 como Compañía Española de Petróleos SA, Cepsa abandona su tradicional marca y pasa a llamarse Moeve. El paso a esta nueva denominación se emplaza dentro de su estrategia Positive Motion que la marca estableció en 2022 y que define su “total compromiso con la energía y la movilidad sostenibles”.
De esta manera, y tal y como señala el CEO de esta empresa, Maarten Wetselaar, “me ilusiona comunicar el cambio de una gran marca, Cepsa, […]que ha estado con nosotros más de 90 años, para decirle al mundo que nos estamos transformando en otro tipo de organización, Moeve, en la que la mayor parte de su beneficio provendrá de actividades sostenibles a final de esta década. Una compañía […] que en los últimos dos años ha acelerado su transformación”.
Cepsa -ahora Moeve- y sus planes de puntos de recarga para coches eléctricos
Y esta transformación puede verse, de entrada, en la relación de Cepsa -ahora Moeve- con los vehículos. Si durante más de 90 años ha proporcionado combustibles para sus distintos motores térmicos; en los últimos tiempos Moeve ha apostado decididamente por los coches eléctricos y, en concreto, por la movilidad eléctrica últrarrapida.
Wetselaar lo tiene claro: “hoy […] el mundo necesita otro tipo de soluciones energéticas más sostenibles. Moeve nos permite afrontar el futuro […] manteniendo un claro compromiso con nuestros clientes: ampliar la oferta de soluciones energéticas sostenibles y asequibles, facilitando su descarbonización”.
Así, la red de estaciones de servicio de Moeve -más de 1.800 en España y Portugal- dispone ya de más de 160 puntos de carga ultrarrápida plenamente operativos y, lo que es más llamativo, espera terminar el año con 400 construidos.
El objetivo es crear “una de las mayores redes de recarga eléctrica ultrarrápida en el conjunto de España y Portugal”.
La implantación del nuevo nombre de la compañía tendrá lugar, de la forma más visible al gran público, mediante la sustitución de la imagen de marca en todas sus estaciones de servicio. Este proceso arrancará en el mes de noviembre, y se llevará a cabo a un ritmo de “unas 600 estaciones al año”.
La descarbonización como fin último del negocio de Moeve
De igual forma, la compañía no se centra sólo en la transición de los tradicionales combustibles fósiles a dar servicio a los coches eléctricos e híbridos; sino que, también, apuesta por la descabonización como tónica general de sus negocios.
Lo está haciendo con una inversión de hasta 8.000 millones de euros, de los que más del 60% “se destinará a negocios sostenibles, como la producción de hidrógeno verde, biocombustibles de segunda generación y productos químicos sostenibles”.
En relación a estos aspectos, la compañía señala en un comunicado los actuales proyectos que está llevando a cabo y que han supuesto la creación de alianzas “con más de 60 compañías de varios sectores”.
Por ejemplo, la compañía está desarrollando el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, el que es el mayor proyecto de este combustible presentado hasta la fecha en Europa, y que, para 2030, espera contar con una capacidad de generación de 2.000 MW de energía.
De igual forma, y también Andalucía -concretamente en Palos de la Frontera, Huelva- está desarrollando el que será el mayor complejo de biocombustibles de segunda generación del sur de Europa, que tendrá una producción de un millón de toneladas de combustible sostenible para aviación y diésel.
Mientras tanto, Moeve -la antigua Cepsa- se ha ido desligando de su tradicional negocio del petróleo. Este año la compañía ha vendido sus derechos de exploración y producción en Colombia y Perú, lo que supone que la venta “de cerca del 70% de sus activos de producción de petróleo respecto a 2022”. De igual forma, la compañía también anunció, el pasado mes de agosto, la venta de su filial de butano, propano y autogás Gasib.