Aunque desarrollar maquinaria agrícola totalmente eléctrica tiene bastantes inconvenientes, Fendt sigue trabajando en esa dirección y desarrollando ideas que quizá algún día lleguen al mercado. La última de esas ideas es utilizar un extensor de autonomía a base de metanol en el Fendt e100 Vario eléctrico, de forma que puede duplicar su autonomía diaria.
En realidad, se trata de un sistema compuesto por tres pilares principales: el tractor, el extensor de autonomía y un apero electrificado que ayuda a aumentar la eficiencia energética. La unidad compuesta por el tractor y el apero ha sido desarrollada por Fendt junto con Lauwen Agro Engineering, mientras que el extensor de rango fue creado en una colaboración entre AGCO Power y BlueWorld.
El Fendt e100 Vario ha sido desarrollado para su uso en cultivos especiales, como frutas y hortalizas, en granjas con ganado intensivo y en empresas agrícolas que producen su propia energía (biomasa) o para uso de los ayuntamientos, por ejemplo en trabajos de parques y zonas verdes.
La cadena cinemática del Fendt e100 Vario está compuesta por una batería con motor eléctrico y la transmisión Fendt Vario. Tiene tres modos de funcionamiento diferentes: Modo Eco, limitado a 50 kW, Modo Dinámico con 55 kW de potencia continua y Modo Dinámico + con una potencia máxima de hasta 66 kW (90 CV).
El tractor cuenta con una batería de 100 kWh de capacidad que, por sí sola, ofrece una autonomía de unas 4-5 horas de trabajo con una carga media. Sin embargo, con el extensor de autonomía puede trabajar el doble de tiempo sin tener que parar a recargar. Esto significa que el tractor puede funcionar durante una jornada completa de trabajo.
El extensor de autonomía está compuesto por una pila de combustible de metanol y un depósito para dicho combustible. De forma análoga a una pila de combustible de hidrógeno, en el interior de la pila se produce una reacción química mediante la cual se genera energía eléctrica a partir del metanol. Utilizando metanol verde, que se produce absorbiendo CO2 del aire, la huella de carbono es prácticamente neutra.
El extensor de alcance es compatible con ISOBUS y se controla directamente desde la cabina a través del terminal del tractor. Puede instalarse en la parte delantera o trasera del tractor, de manera que sirve como contrapeso, y se alimenta a través de la interfaz AEF con el circuito de corriente continua del vehículo, con hasta 15 kWh de energía por hora de funcionamiento. Esto significa que el tractor consume directamente la energía generada por el extensor de autonomía para evitar las pérdidas que se producen en pasos intermedios como cargar la batería y, sólo después, alimentar el propulsor eléctrico.
Además del tractor eléctrico, el extensor de autonomía se puede utilizar directamente como fuente de energía para operar de forma segura otra máquina agrícola o un sistema de explotación. De esta manera, podría alimentar, por ejemplo, un robot de ordeño en caso de corte de electricidad o un aire acondicionado para el ganado. Esta solución reduce la dependencia de la red eléctrica.
¿Por qué no enfocarlo todo a las baterías?
A la hora de desarrollar maquinaria agrícola de batería, hay varios factores limitantes. Por un lado, la alta capacidad energética necesaria; por otro, el volumen y el peso de la batería plantean importantes retos en el vehículo. Aunque los tractores son vehículos grandes y pesados, el peso no es algo que se tome a la ligera: para cuidar la tierra y el cultivo, se debe mantener la presión sobre el suelo lo más baja posible, así que el peso del tractor eléctrico no puede ser significativamente mayor que el de uno con motor de combustión. Este requisito limita el tamaño de la batería y, por tanto, también la autonomía del tractor.
Ahí entra en juego la utilización de un extensor de autonomía, gracias al cual se pueda optimizar el tiempo de trabajo y el peso total del tractor, a la vez que se sigan reduciendo drásticamente las emisiones contaminantes en comparación con un tractor diésel.
Azada totalmente eléctrica y autónoma
Fendt ha presentado esta tecnología combinándola con una azada totalmente eléctrica. El Fendt e100 Vario alimenta directamente la azada modular eléctrica a través de un enchufe AEF, convirtiendo los 700 voltios proporcionados por el vehículo en voltaje de 24 voltios. De este modo, se evitan los pasos de conversión clásicos, como generar la potencia eléctrica necesaria mediante un motor hidráulico con alternador y las consiguientes pérdidas de energía (mucho mayores).
En caso de accionamiento puramente eléctrico, el tractor y el apero utilizan la energía disponible de forma especialmente eficaz. La eficiencia total de la combinación aumenta hasta el 92% y las pérdidas se reducen drásticamente. Con este apero, el tractor consigue una autonomía de 8 horas de trabajo, para una carga de trabajo media, y de hasta 10 horas, con una carga parcial de trabajo inferior. Si el tractor dispone de un extensor de autonomía, puede alcanzar hasta 25 horas en trabajos de deshierbe con carga parcial baja.
Para utilizar la energía de la forma más eficiente posible, la azada se controla de forma autónoma y totalmente eléctrica. Dos cámaras controlan y supervisan cada uno de los módulos de azada. La cámara frontal identifica la posición y el tipo de plantas y diferencia entre cultivos y malas hierbas. La cámara trasera monitorea el resultado del trabajo de deshierbe. Con el control de doble cámara, la azada trabaja solo en aquellos puntos donde es necesario eliminar las malas hierbas, tanto entre hileras como dentro de ellas. Este sistema de control con reconocimiento automático de imágenes ayuda al conductor, aumenta la calidad del trabajo y evita el uso de productos fitosanitarios. El siguiente paso será un funcionamiento totalmente autónomo del tractor y el apero, ya que la segunda cámara asume la función de control del conductor.