Los seres humanos están desarrollando tecnología para lograr adaptarse al cambio climático que, poco a poco, está produciéndose. La última innovación de esta clase está relacionada con el desarrollo de un traje que funciona con energía solar, una interesantísima propuesta que permite a una persona estar en un área en la que hay temperaturas extremas sin riesgo alguno. Su funcionamiento destaca por adaptar la temperatura frente al frío y calor, por lo que su uso sería válido en cualquier estación del año.
Crean un traje especializado en el control de la temperatura en áreas de calor y frío intenso
Esta innovación destaca por la disposición de una tecnología basada en la energía solar. Sin embargo, se ha llevado a cabo el desarrollo de un equipamiento que no regula exclusivamente el calor. En esta ocasión, el traje es válido para poder ser utilizado, también, en entornos de muy altas temperaturas gracias a la inclusión del denominado módulo fotovoltaico orgánico flexible (OPV) y dispositivos electrocalóricos (EC) bidireccionales.
En relación con la primera de estas soluciones planteadas, se aprovecha directamente la energía de la luz solar, por lo que se requiere de una exposición para que el traje que funciona con energía solar trabaje correctamente. Por la parte de la propuesta electrocalórica bidireccional, es posible la obtención de frío y calor indistintamente en función de las condiciones del exterior. Anteriormente, era posible la regulación mediante calor, pero ahora ha sido posible integrar, además, una propuesta fría para cubrir también esta demanda.
La incorporación de este curioso outfit extiende la zona de confort térmico del ser humano desde el intervalo de 22 a 28°C a a otro situado entre los 12,5 a 37,6°C. Se trata de una ampliación muy notable que permitiría a las personas adaptarse a los drásticos cambios de temperatura que se esperan en las próximas décadas como consecuencia del cambio climático. Su desempeño, además, permite a la persona disponer de total libertad de movimiento, por lo que se trata de una propuesta con un gran potencial comercial.
Este curioso traje puede desarrollar también una interesante labor en el empleo en aquellos puestos de trabajo sometidos a temperaturas extremas. De acuerdo con las conclusiones de la investigación publicadas en Science, ya es posible disfrutar de 24 horas de autorregulación térmica tras una exposición de la vestimenta a luz solar durante 12 horas. El objetivo ahora, por tanto, radica en una disminución del tiempo necesario para contar con el servicio de calor o frío, dependiendo de la situación de cada momento.