Estados Unidos es el hogar de la cultura hippie. Los años 60 y 70 marcaron una época de revolución y ruptura. Hoy, décadas más tarde, volvemos a vivir una época de cambio. La mentalidad ha cambiado en cuanto a la movilidad: lo eléctrico es el presente y el futuro, y las marcas lo saben. La Volkswagen ID. Buzz trae de vuelta una filosofía alternativa, y por eso los alemanes están convencidos que se va a convertir en un éxito al estilo de la Bulli original. Ambiciosos planes de ventas pesan sobre la furgoneta eléctrica.
La Bulli no es que fuera un éxito en cuanto a ventas; en cierto modo lo fue, pero sobre todo se convirtió en la imagen de un movimiento. Resulta difícil pensar que la ID. Buzz alcance la misma categoría, pero Volkswagen espera alcanzar exitosos objetivos de ventas en todos los mercados, incluido el americano. Un mercado en el que, recordemos, no siempre le han salido las cosas tan bien como se esperaban. El último batacazo fue a raíz del ya famoso dieselgate, del cual esperan levantarse con su flamante familia eléctrica.
En Europa la tendencia actual es deshacerse de los modelos familiares más compactos. Los tradicionales Touran o Sharan han desaparecido o lo van a hacer en breve. Las ventas se han dirigido a formatos superiores derivados de industriales, como es el caso de la Volkswagen Multivan. Los SUV han canibalizado todos los segmentos habituales y por eso hay que medir muy bien las consecuencias de lanzar al mercado un producto que no tenga esa forma.
En Volkswagen aseguran que la acogida de la ID. Buzz en Estados Unidos ha sido increíblemente buena. El propio CEO de la compañía, Ralf Brandstätter, ha declarado a Automotive News que el objetivo es vender 120.000 unidades al año de la nueva furgoneta eléctrica en todo el mundo. Europa se llevará una gran parte de esas ventas, pero un importante número de unidades se destinará al mercado americano, donde el factor histórico tendrá un peso muy importante.
120.000 unidades son muchas unidades para tratarse de una furgoneta eléctrica de 4,71 metros de largo y capacidad para cinco pasajeros. Todavía no han sido desvelados datos importantísimos para cumplir con esos ambiciosos planes de ventas: autonomía y precio. Se estima que en su mejor configuración se puedan alcanzar rangos de autonomía cercanos a los 500 kilómetros, aunque también sabemos que esas unidades no serán especialmente baratas.
Más que nada porque los rumores apuntan a que las unidades de acceso tendrán un precio de salida que rondará los 60.000 euros. Un coste muy alto para hacer de un coche tan específico un éxito como el que espera Volkswagen. Obviamente, solo el tiempo dictará sentencia. La producción de la Volkswagen ID. Buzz pronto arrancará en las inmensas instalaciones de Hannover. Las primeras unidades serán entregadas a finales de año en Europa, mientras que en Estados Unidos habrá que esperar hasta casi el 2024.