Arrival es una compañía de origen británico que lleva algunos meses teniendo numerosos problemas de liquidez. La empresa de vehículos eléctricos ha ido recortando paulatinamente sus inversiones en el último período del presente año. Ahora, su propia directiva, ha confirmado que la empresa ve riesgo en su futuro más inmediato, puesto que es posible que no tenga suficiente liquidez para mantener su negocio hasta finales de 2023.
Este 2022, especialmente desde la segunda mitad del año, ha sido un período nada positivo para Arrival. A pesar de que el ejercicio comenzó con buenas noticias para la compañía, como el desarrollo de su primer coche eléctrico junto a Uber, o la obtención del certificado de la Unión Europea para poder comercializar su autobús eléctrico y su furgoneta eléctrica. Sin embargo, todo ello quedó eclipsado por unas cifras económicas deficientes.
Fue el pasado mes de mayo cuando llegaron las primeras noticias sobre la falta de dinero de Arrival. El propio Banco Alemán certificó que su economía no era la más boyante y que podrían correr serios riesgos en los meses siguientes. Y así fue. La directiva de la empresa tomaba en julio una de las decisiones más dolorosas, pues se vieron abocados a despedir a 780 trabajadores, concretamente al 30% de su plantilla total a nivel mundial. Con este movimiento buscaban ahorrar un total de 500 millones de dólares para poder continuar con el desarrollo y comercialización de su furgoneta eléctrica.
Sin embargo, hace escasas horas, su propia directiva ha explicado que la compañía se está quedando sin efectivo y corre el riesgo de declararse en bancarrota antes de que finalice 2023. Para evitarlo, en Arrival afirman que se encuentran explorando todos los posibles frentes para obtener financiación, e incluso también insinuó presentar nuevos recortes en la obtención de materiales, convenios con otras empresas de suministro, así como reducir aún más su actual plantilla laboral.
Hace unas semanas, en un movimiento algo desesperado, la compañía optó por trasladar su planta de fabricación a Estados Unidos bajo el pretexto de que, junto a las ayudas allí otorgadas a los vehículos eléctricos de fabricación autóctona, generarían un incremento en sus futuras ventas. Sin embargo, todos sus planes se han podido diluir incluso antes de iniciar dicha comercialización.
Estas afirmaciones han dado como resultado una caída en picado de las acciones de Arrival hasta en un 33,2%, alcanzando así unos niveles mínimos nunca vistos. El director financiero de la compañía, John Wozniak, durante su reciente intervención explicó que se encuentran en búsqueda activa de socios con los que entablar una recaudación de capital: “hemos tenido algunas conversaciones preliminares con un puñado de empresas”. Aún así, puntualizó que, de encontrar un ansiado socio capitalista, todavía tardarían unos seis meses para que se materializase el acuerdo, lo que dificulta aún más los planes a futuro de Arrival.
Su directiva ha presentado unas pérdidas económicas de récord en el tercer trimestre de 2022, aunque actualmente cuentan con un efectivo de 330 millones de dólares con los que esperan poder financiarse hasta el tercer trimestre de 2023. Una vez este montante se agote sin haber alcanzado un acuerdo estratégico, es posible que la empresa se vea abocada a su cierre apenas unos meses antes de iniciar las ventas de su esperada furgoneta eléctrica.