Con casi 160 curvas, muchas de ellas de infarto, y con más de 1.400 metros de diferencia de altura entre la salida y la meta, Pikes Peak no sólo es una de las carreras más longevas de la historia, sino también una de las competiciones más exigentes en cuanto a capacidades, tanto por parte del piloto como de la máquina. Ford sabe de ello y, por eso, ha dado una vuelta de tuerca a su SuperVan 4.2 para adaptase a las exigencias de la carrera.
Conocida como 'La carrera a las nubes', la subida culmina a 4.302 metros sobre el nivel del mar. Esto supone un auténtico desafío para las mecánicas con motor de combustión, debido a la menor cantidad de oxígeno que hay a esa altitud, pero también es un reto para un vehículo eléctrico.
Ford Performance y los expertos de STARD Advanced Research and Development han unido sus fuerzas (una vez más) para crear la Ford SuperVan 4.2, una evolución de la SuperVan 4 presentada el año pasado, que ha sido diseñada específicamente para conquistar la famosa montaña americana y demostrar los límites más extremos de su propulsor eléctrico.
En esta nueva SuperVan 4.2 se ha modificado por completo la aerodinámica, pensando en el aire y la presión atmosférica de un sitio de gran altitud como Pikes Peak. Se ha aumentado el downforce (carga aerodinámica descendente) y ahora llega a generar más de 1.995 kilos cuando circula a 241 km/h de velocidad.
Para conseguirlo, la clave está en un gigantesco alerón trasero, hecho de fibra de carbono y con varias alturas, en el splitter delantero y en un difusor trasero también de proporciones colosales, que servirán para mantener en su sitio a la furgoneta cuando tome las sinuosasa curvas de la montaña a gran velocidad.
También se ha reducido el peso del chasis para mejorar el equilibrio general y proporcionar mayor agilidad y se han introducido mejoras en el sistema de propulsión. Se ha recortado de cuatro a tres el número de motores eléctricos y, junto a la batería de polímero de litio NMC, el vehículo consigue una mejor relación entre potencia y peso. Hablando de potencia, la SuperVan 4.2 tiene 1.400 CV (1.050 kW) de potencia, que se reparten en las cuatro ruedas (tiene dos motores eléctricos detrás y uno delante).
En cuanto al chasis, Ford Performance y STARD han equipado a la SuperVan 4.2 con un sistema de frenado regenerativo capaz de regenerar hasta 600 kW, al que han incorporado discos carbo-cerámicos. También se han montado llantas forjadas de magnesio con neumáticos de competición Pirelli P Zero, ejes de transmisión reforzados, un parabrisas de metacrilato más ligero y el interior prescinde de cualquier cosa que no sea necesaria u obligatoria.
La SuperVan 4.2 servirá como escaparate del potencial de los vehículos eléctricos en las competiciones de motorsport. A sus mandos irá Romain Dumas, tricampeón de las 24 Horas de Le Mans y campeón absoluto del Campeonato Mundial de Resistencia. La Pikes Peak International Hill Climb se celebra el domingo 25 de junio.
La elección de esta carrera no es casual: Ford ha estado presente en la subida a Pikes Peak desde su primera edición, celebrada en 1916, cuando compitió en un Model T.