La noticia ante la que estamos, probablemente sea para Mercedes una de las más importantes de la década, y es que renovar el buque insignia de una firma con tal calado, no es tarea fácil. Daimler, por tanto, presenta el nuevo Mercedes-Benz Clase S, una nueva generación que refleja todo el saber hacer del grupo, y que llega ofreciendo versiones de hibridación ligera de 48 V, además de una versión híbrida enchufable,
No estaría destinada la nueva Clase S de Mercedes a ofrecer una alternativa completamente eléctrica, ya que este hueco lo ocuparía en el mercado el futuro EQS. De momento el nuevo Clase S sólo dispondrá de una versión híbrida enchufable, aunque no han sido muchos los datos revelados en cuanto a esta versión.
Anuncian dos versiones electrificadas ligeras en las que un sistema de 48 V toma protagonismo junto a un motor de seis cilindros en línea turboalimentado, en la versión S500, que rendirá 320 kW, así como una futura versión que llegaría más adelante con un V8 asociado al mismo sistema eléctrico, que presumiblemente se llamará S550, reservando la nomenclatura S600 para una motorización V12. En estas versiones híbridas ligeras podremos aprovechar los 16 kW que es capaz de rendir el motor como potencia máxima su hacemos uso del modo EQ Boost, para cuando necesitemos usar todo el potencial conjunto del esquema híbrido.
Por su parte, lo poco que nos han dejado saber sobre la versión híbrida enchufable es que gozará de unos 100 kilómetros de autonomía, probablemente algo más, ya que el GLE 350 de, el diésel híbrido enchufable, llega a homoloar 99 kilómetros de autonomía en modo eléctrico, por lo que es de esperar que el que será el Clase S 350 e llegue a exprimir unos pocos kilómetros más a sus baterías.
Los verdaderos cambios están en su interior
La actualización del Clase S es total, aunque por la imagen de su exterior, y a ojos de un ajeno, podría tratarse de un restyling, ya que los cambios que ha sufrido su carrocería se antoja menores, pero lo cierto es que esta nueva generación del Clase S ha cambiado por completo su estética exterior para seguir siendo igual.
Encontramos el nuevo lenguaje de diseño de Mercedes-Benz bien aplicado, donde el cambio más significativo está en la zaga, ya que los faros anteriormente de disponían verticalmente, adentrándose hacia el paso de rueda trasero, mientras que ahora se quedan dispuestos horizontalmente, ocupando una gran superficie desde el límite con la aleta trasera hasta ocupar parte de la superficie del portón, prácticamente copiando la zaga de su hermano de gama, el Clase E.
Trasera del nuevo Clase S luciendo el nuevo lenguaje de diseño estrenado con el Clase E.
El frontal por su parte, no luce una imagen que nos extrañe, ya que se deja sentir como un modelo nuevo pero sin que encontremos diferencias que radiquen en claros elementos visuales. Luce unas formas más suaves y progresivas, que se ven ligeramente más deportivas en las versiones con paquete exterior AMG, pero sin caer en estridencias. Anuncia Mercedes que a pesar de haber ampliado la superficie frontal en 200 centímetros cuadrado el coeficiente aerodinámico del nuevo Clase S se queda en 0,22.
Es en el interior donde más a primera vista saltan los cambios efectuados en la berlina estrella de Daimler, y es que serán pocas las personas que al adentrarse en el interior del nuevo Clase S no se sientan abrumados por el derroche de tecnología y recursos de diseño empleados en esta nueva generación de la berlina alemana.
Lo que más llama la atención, sin duda, nada más echar un vistazo a su interior, es el diseño de la consola central, que abandona la continuidad de la que gozaba el interior de la anterior generación del Clase S a lo ancho del habitáculo para dar lugar a un salpicadero que divide en dos secciones la zona de cada pasajero delantero gracias a una enorme pantalla, de 12,8 pulgadas, dispuesta verticalmente desde el mismo centro del salpicadero hacia la consola central, con la que se une en un mismo plano, y sobre la que se sitúan los controles de la misma pantalla.
El salpicadero del Clase S queda presidido por la enorme pantalla central, de 12,8 pulgadas,
El volante también ha sufrido un completo rediseño, y ahora luce más al día que nunca. Al contrario que anteriores Clase S, la versión más tradicional del volante no gozará de dos radios, como sí pasara hasta con la última generación. Ahora es más vanguardista, luce tres radios, con uno inferior más grueso y jugando con profundidades. El centro de éste reduce drásticamente el tamaño de la tapa del airbag, quedando esta superficie acogida por los radios, que alojan la botoneras para controlar, con los de un lado la pantalla central y con los del otro lado el cuadro de mandos, también representado por una pantalla. Se podrá elegir entre cuatro estilos distintos de cuadro de mandos y tres configuraciones de sistemas distintos, dependiendo de qué queremos hacen en el momento.
A pesar del derroche, el verdadero protagonista en el interior de los Clase S siempre han sido los pasajeros traseros, y es en la fila trasera de asientos donde esto se ve reflejado. Ahora gozan de una distancia hasta el asiento delantero de 1 metros en la versión estándar, y 1,11 metros en la versión de carrocería extendida. Además, podremos optar a un paquete de equipamiento opcional llamado Paquete Chófer, con el que podremos controlar desde el asiento trasero derecho la totalidad del coche, a excepción de lo que confiere al conductor.
Sistema de sonido Burmester High-End 4D, nevera, función de masaje, función de butaca para estirar el asiento, pantallas para visualización de vídeos con acceso al internet son las que más destacan entre infinitas opciones más de todo el equipamiento disponible para que los pasajeros traseros del Clase S disfruten de su viaje.
A pesar del derroche en términos de diseño y tecnología en la fila delantera, los verdaderos afortunados viajarán en la fila trasera.
Por la parte tecnológica Mercedes anuncia la segunda generación del MBUX (Mercedes-Benz User Experience). En esta nueva versión de la interfaz la firma garantiza mejor conexión entre el conductor, los demás ocupantes del vehículo y el propio coche. El habitáculo equipa hasta cinco pantallas, algunas de ellas con tecnología OLED con las que podremos optar al nuevo visualizador 3D para el conductor, que hace posible por primera vez una percepción espacial de la escena, con auténtico efecto de profundidad basado en Eye-Tracking. También destaca el nuevo sistema de Head-up-Display, que hace del parabrisas una enorme pantalla de 77 pulgadas con contenidos de realidad aumentada, haciendo que el contenido reflejado aparezca dando un efecto de suspensión delante de los ocupantes.