Peugeot ha presentado el primer prototipo del Peugeot Hypercar 9X8, su nuevo coche para el Campeonato del Mundo de Resistencia que debutará en 2022 y que toma el relevo de los Peugeot 905 y Peugeot 908. Un hipercoche híbrido, de diseño espectacular y con una obsesión casi enfermiza por la eficiencia en el gasto de combustible.
Los equipos de ingeniería de Peugeot Sport y los diseñadores de Peugeot Design han trabajado más estrechamente que nunca para dar a luz un coche a todas luces espectacular pero que, por supuesto, sigue teniendo como prioridad las necesidades a nivel aerodinámico. En este caso, con un curioso concepto que se permite prescindir de alerón trasero -al amparo del nuevo reglamento de la categoría Le Mans Hypercar (LMH)-.
El Peugeot 9X8 prescinde del alerón trasero.
El alerón trasero es un elemento al que estamos totalmente acostumbrados, especialmente en coches de carreras donde es importante conseguir más agarre aerodinámico. Desde su "invención" a finales de los años 60, ha sido algo incuestionable, sin embargo el nuevo reglamento de la categoría LMH permite disponer de un único elemento aerodinámico ajustable, sin precisar que deba ser el alerón trasero. Según las simulaciones de Peugeot, con el diseño del 9X8 han conseguido las mismas prestaciones que si tuviera alerón, toda vez que el diseño resulta más limpio.
En la parte trasera del Peugeot 9X8, con las tres garras luminosas presentes, hay un gran difusor sobre el que se ha colocado una inscripción ciertamente humorística: “We need no rear wing” (No necesitamos alerón trasero). Las aletas están abiertas en su parte superior, lo que permite que los neumáticos asomen y se reduzca la presión en esta parte del coche, y los retrovisores están perfectamente integrados de manera que parece que nada se interponga en el flujo de aire.
Peugeot 9X8.
Más allá de la silueta y del aspecto general, el equipo de diseño ha trabajado para integrar los rasgos distintivos y códigos propios de la marca en el coche, dentro naturalmente de un marco de eficiencia máxima. Quizá el ejemplo más claro son las tres "garras" luminosas para los faros delanteros y los pilotos traseros; el nuevo escudo de Peugeot retroiluminado en el frontal o el color Gris Sélénium con detalles en color Kryptonite amarillo verdoso, el mismo juego de colores que el Peugeot 508 PSE que probamos tiempo atrás.
También el cockpit ha sido objeto de atención en el 9X8, pues el equipo de diseño ha puesto cuidado en que sea fácilmente reconocible con solo un vistazo. Han dotado al cockpit de un color amarillo chillón para que los espectadores puedan identificar rápidamente de qué coche se trata cuando vean en televisión las imágenes a bordo (on board) durante las carreras.
Puesto de conducción del Peugeot 9X8.
Si en Le Mans ya es importante la eficiencia del gasto de combustible, con la nueva categoría híbrida lo será mucho más. Y el propulsor del 9X8 es un prodigio de la eficiencia. Un propulsor híbrido que combina un motor V6 de 2.6 litros biturbo con 680 CV (500 kW) situado en la parte trasera del 9X8 y un motor/generador eléctrico de 272 CV (200 kW) situado en la parte delantera, lo que le confiere tracción total. La caja de cambios es secuencial de 7 marchas y la batería, codesarrollada por Peugeot Sport y Saft, trabaja a 900 voltios y está siendo testada en el banco de pruebas para garantizar que cumple con una alta densidad energética y una potencia elevada con una fiabilidad a prueba de bombas (algo muy necesario en resistencia).
Hemos visto su diseño, el propulsor híbrido... ¿Pero qué hay del nombre? Llamarse Peugeot 9X8 está elegido con mucha lógica: el 9 inicial caracteriza los vehículos de competición de la marca como los Peugeot 905 (1990-1993) y 908 (2007-2011), ganadores de las 24 Horas de Le Mans. La X hace referencia a la tracción de 4 ruedas motrices y su propulsor híbrido. Finalmente, el 8 es la cifra de todas las denominaciones de los modelos contemporáneos de Peugeot: 208, 2008, 308, 3008, 5008 y 508.