BMW ha presentado en el Salón de Frankfurt el BMW i Hydrogen NEXT, un prototipo con el que la marca bávara ha confirmado el lanzamiento de un X5 de hidrógeno el próximo año 2022. El futuro SUV con pila de combustible nacerá fruto de la asociación entre Toyota y BMW, que desde el año 2016 llevan trabajando para el desarrollo de componentes escalables y modulares para los futuros sistemas de propulsión con pila de combustible.
El BMW i Hydrogen NEXT representa un primer adelanto del modelo que BMW tiene pensado lanzar en 2022, un modelo producido en bajo volumen cuyo objetivo será poner de manifiesto las bondades del hidrógeno como fuente de energía en los coches eléctricos. A nivel estético, el prototipo presentado en Frankfurt difiere muy ligeramente del actual X5 de producción, si bien cuenta con detalles azules que lo identifican como un modelo de la familia BMW i.
Unos cambios que en el frontal se distinguen por el diseño del capó, las tomas de aire tridimensionales o los detalles en las llantas de aleación; y en la parte trasera, por los elementos azulados del difusor o la ausencia de salidas de escape. Esto habla de la facilidad para adaptar un sistema de pila de combustible en el diseño de un modelo con motor convencional.
BMW i Hydrogen NEXT, el prototipo que adelanta el futuro X5 de pila de combustible.
El BMW i Hydrogen NEXT llegará en 2022 y, más adelante, para 2025 el fabricante alemán tiene previsto ofrecer un abanico más amplio de modelos de hidrógeno, aunque ha reconocido que su agenda dependerá "en gran medida" del mercado, sus requisitos y demanda. Esta afirmación tiene bastante que ver con China, el mayor mercado mundial, que a principios de año lanzó un programa de incentivos para los coches de hidrógeno.
BMW no ha publicado detalles sobre el apartado mecánico del i Hydrogen NEXT, por lo que tendremos que esperar para conocer cifras de prestaciones y autonomía. Lo que está claro es que contará con las ventajas de todo modelo con tecnología de pila de combustible, es decir: cero emisiones locales, tiempos de repostaje similares a los de un coche de combustión, una autonomía notable y muy poca dependencia de las condiciones climatológicas. También con los mismos inconvenientes, entre los que se encuentran el enorme coste de producción (y de adquisición) y la escasa infraestructura de suministro.
Desde su asociación con Toyota, BMW ha estado probando la pila de combustible de hidrógeno en diversos prototipos, entre ellos varios Serie 5 Gran Turismo que combinaban esta tecnología con un motor eléctrico en el eje trasero y una caja de cambios de dos velocidades.