La nueva plataforma P7 del fabricante israelí REE logra reducir a la mínima expresión el espacio que ocupa la mecánica eléctrica que mueve el vehículo que se crea sobre ella. Con los motores, los frenos, las suspensiones y la dirección situados en las unidades de esquina y una plataforma delgada y plana que alberga la batería, los primeros prototipos ya están siendo probados con el objetivo de mostrárselos a los fabricantes de vehículos que podrán desarrollar sobre ella cualquier tipo de autobús o camión eléctrico.
REE ha construido varios prototipos de demostración, dirigidos específicamente a los operadores de flotas de reparto que buscan electrificar sus operaciones en los próximos años. Según el comunicado de prensa, la nueva plataforma P7, "está basada en especificaciones de una de las empresas de distribución más grandes del mundo". Tiene 7,6 m de largo y 2,4 m de ancho y ofrecerá "el mayor espacio interior y eficiencia volumétrica para vehículos de su clase". Es capaz de transportar hasta 3.900 kilogramos de carga útil, un 35 % que los "vehículos comerciales comparables" pueden transportar ahora, según REE. Además, en el caso de transporte de personas, tipo autobús, ofrece espacio para situar hasta 30 asientos.
El chasis de REE está formado por una plataforma plana, que incluye la batería, y los módulos de esquina que integran las ruedas, los motores, la dirección, los sistemas de suspensión y los frenos.
La plataforma incorpora una batería de 120 kWh de capacidad, con la que se logra una autonomía de hasta 600 kilómetros dependiendo en gran medida de la aerodinámica, pudiendo alcanzar una velocidad máxima de 129 km/h. La configuración mecánica permite que cada rueda disponga de su propio motor, que puede tener una potencia de hasta 100 kW (134 CV), o girar libremente (si no se elige tracción total). La dirección incorporada en las ruedas le otorga una maniobrabilidad excepcional con un radio de giro de 12,2 metros y dispone de un piso de carga muy bajo, ya que se sitúa a tan solo 50,8 centímetros del suelo.
Este vídeo renderizado muestra la flexibilidad de este tipo de chasis, que incluye un volante y unos pedales que se pueden deslizar y fijarse a los dos lados o en el centro de la cabina.
REE ya ha captado algunos grandes clientes en la industria automovilística, como es el caso de Toyota que está utilizando este chasis modular para una gama completa de camiones eléctricos Hino. En la India, Mahindra también está considerando vehículos comerciales basados en ella. De hecho, los beneficios de este enfoque son quizás más evidentes en el mundo comercial, donde la capacidad de carga o pasajeros a menudo se correlaciona directamente con el resultado final del operador.
Los prototipos ya han comenzado las pruebas preliminares. En este caso sus módulos de esquina montan motores American Axle especialmente diseñados para ellos y frenos Brembo. En los próximos meses REE comenzará a mostrarlos a más clientes potenciales, tanto en Tel Aviv, Israel, como en el nuevo centro de desarrollo de la compañía en Coventry, Inglaterra.
Todas las arquitecturas generadas hasta ahora por REE cuentan con una configuración similar. Una plataforma muy delgada que incluye una batería de alta capacidad que incluye una unidad de esquina en cada extremo. En ellas se montan los motores eléctricos, los frenos y la suspensión, de manera que el resto de espacio queda libre. Un sistema de control sin cables (by-wire) permite que se prescinda de todos los sistemas mecánicos físicos para su control, de manera que se puede montar un vehículo con cualquier tipo de configuración, incluidos aquellos que no precisan de volantes y freno puesto que son totalmente autónomos.
Los módulos de esquina pueden configurarse de diferentes maneras, cambiando totalmente el carácter y las capacidades del vehículo, lo que da lugar a una amplia gama de aplicaciones diferentes.
Esta arquitectura tan compacta ofrece un espacio para los pasajeros y la carga superior a cualquier otra del mercado y además facilita las operaciones de mantenimiento ya que las averías son fácilmente reparables con solo sustituir la unidad de esquina dañada. Otra ventaja es que promete una caída radical en los costes de desarrollo. REE solo necesita saber las especificaciones técnicas del vehículo, autonomía, rendimiento, tipo de suspensión, frenos y dirección, para que, a partir de ahí, cada fabricante pueda construir, un camión de basura, un autobús municipal, una furgoneta de reparto, un coche deportivo o una berlina de pasajeros.
También ofrece una ventaja a la hora de realizar las pruebas de choque y la homologación de los vehículos porque todas las partes funcionales pueden ser aprobadas previamente, de manera que el coste del riesgo se comparte entre los fabricantes que emplean la misma configuración