El fabricante estadounidense Vanderhall, cuya línea de negocio va dirigida a los coches prestacionales para fines lúdicos, acaba de presentar el que será el segundo de sus 4x4 eléctricos, del que ya había dado algunas pistas principios de año. Este impresionante buggy eléctrico cambia su nombre y pasa de llamarse Navarro a llamarse Brawley y recibir un impresionante tren de potencia de 301 kW (404 CV) distribuido en cuatro motores eléctricos. Un prototipo previo a la producción muestra en pleno desierto lo divertidas que pueden ser las dunas de arena bajo sus neumáticos de 35 pulgadas.
El Brawley es, junto al Nikola NZT (supuestamente cancelado), una de las pocas propuestas en el campo de los vehículos eléctricos 4x4 de alto rendimiento y carácter deportivo. El diseño del Brawley está claramente inspirado en su frontal en el de los Jeep, pero su espíritu no es el mismo, puesto que su hábitat real está más allá de las vías pavimentadas. De hecho, Vanderhall ha prescindido de incorporarle sistemas de seguridad tan habituales como airbags y otros elementos, completamente imprescindibles en las carreteras.
Interior de la cabina para cuatro pasajeros del Vanderhall Brawley, sellada y adaptada ofrecer una vista del terreno mucho más amplia, gracias los paneles transparentes de las puertas. Foto: Vanderhall.
Tampoco ofrece en su interior grandes comodidades a sus ocupantes ni ningún extra de confort más allá de la calefacción, el aire acondicionado y el equipo de audio con Bluethooth. El Brawley es en esencia un coche para divertirse conduciendo y olvidarse de todo lo demás. Por eso ni siquiera sus ventanas son eléctricas sino abatibles aunque sí cuenta con un techo extraíble. Pero sí ofrece unos paneles de puertas transparentes para tener una vista del terreno mucho más amplia en una cabina con cuatro asientos sellada, que no permite el acceso del polvo ni del agua.
Su mecánica está formada por cuatro motores eléctricos que en conjunto generan 301 kW (404 CV) de potencia que funcionan a 300 voltios y alcanzan los 651 Nm de par. El accionamiento individual de cada uno de ellos ofrece un control total de la tracción, que se complementa con un sistema de dirección a las cuatro ruedas y una suspensión con amortiguadores de 56 centímetros de recorrido. Para alimentar este potente tren de tracción se podrá elegir entre una batería de 40 kWh y una de 60 kWh compuestas por celdas tipo bolsa con química de cátodo NMC (níquel-manganeso-cobalto) de última generación.
Cada una de las ruedas del Vanderhall Brawley cuenta con una unidad integra propulsoras que integra motor, el inversor, la transmisión, el sistema de regeneración y el de refrigeración en una sola unidad que suman más de 400 CV de potencia. Imagen: Vanderhall
En el mejor de los casos alcanzan una autonomía de 322 kilómetros con la batería de mayor capacidad. Según Vanderhall, el sistema de acondicionamiento avanzado mantiene el rango en clima frío y aumenta la vida útil de la batería. Un sistema de frenado regenerativo acompañado de un sistema ABS patentado por Vanderhall logra recuperar algo de autonomía cuando no se hace uso del acelerador y un sistema de carga rápida en corriente continua permite recuperar el 80% de la carga en menos de una hora. Además, el Brawley cuenta con un cargador a bordo para la recarga vinculada y de oportunidad de 6 kW de potencia.
Según Vanderhall, todo el sistema de propulsión está diseñado para no necesitar ningún tipo de mantenimiento en 10 años, gracias a la construcción de las unidades propulsoras que integran el motor, el inversor, la transmisión, el sistema de regeneración y el de refrigeración en una sola unidad.
El lanzamiento del Brawley está previsto para el año 2022, aunque la apertura de reservas arranca el próximo 15 de julio.