A través de su perfil de Linkedin, Ralf Brandstätter, director ejecutivo de Volkswagen, ha presentado, el ID.X Concept, un prototipo derivado del ID.3 que por ahora no está en los planes para convertirse en un modelo de producción real. Los ingenieros de Volkswagen han trabajado duro para implementar en él los componentes principales del ID.4 GTX y reducir su peso en 200 kilogramos respecto al ID.3 de serie, logrando unas prestaciones superiores a las que se consiguen con un Golf GTI.
En su perfil de Linkedin, Ralf Brandstätter suele incluir información interesante sobre algunos trabajos que realiza Volkswagen y que no siempre son noticias que la marca comparta con la prensa. A través de esta red social aclaró, por ejemplo, muchos detalles sobre el Proyecto Trinity. En esta ocasión, le ha tocado el turno a un prototipo conceptual basado en el ID.3 que salta a la vista por su estética y por su aspecto deportivo.
El propio Brandstätter advierte en las imágenes y en el texto publicado que se trata de un experimento con el que quiere demostrar la versatilidad de la plataforma MEB sobre la que se asientan los coches eléctricos de Volkswagen. Sin embargo, también afirma que aunque "no va a ser un vehículo de producción, tomaremos muchas ideas".
Según el directivo, cuando sus ingenieros crearon el ID.4 GTX encontraron que podían divertirse con una experiencia similar trasladada al ID.3. Por eso "les dejamos trabajar". Partiendo de la base de una unidad del ID.3 con una batería de 62 kWh, el equipo trasladó sobre ella muchos de los componentes del ID.4 GTX. Lo primero, una batería mayor, la de 82 kWh (77 KWh de capacidad útil) y un motor retocado al que se le han logrado sacar 245 kW (329 CV) de potencia.
El siguiente paso ha sido modificar el chasis, el sistema de infroentretenimiento y el interior para darle un aspecto muy personal y atractivo. En total, el ID.X reduce el peso de un ID.3 con la batería de mayor capacidad y el motor de mayor potencia en 200 kilogramos, todo gracias al trabajo de diseño interior y exterior y a las facilidades que ofrece la plataforma MEB.
Los ingenieros de Volkswagen han modificado el interior y el exterior del ID.X para reducir su peso en 200 kilogramos.
¿En qué se traduce este resultado? Brandstätter ha tenido la suerte de probar el prototipo y, por lo que describe, las sensaciones deportivas son abrumadoras. El ID.X pasa de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos. Una marca que nada tiene que ver con la que logran muchos modelos eléctricos de alta gama que son capaces de hacer esto mismo en menos de 3 segundos, pero que sí supera lo que logra el propio ID.4 GTX, más pesado, que para el cronómetro en los 6,2 segundos.
Pero lo más interesante es que también supera la marca de un Golf GTI cuyo registro es de 5,7 segundos. ¿El ID.X podría ir todavía más rápido? Seguro que sí. Y también el Golf, pero sería a cambio de elevar el coste de producción y el precio final del vehículo, aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de ofrecer este tipo de "caprichos" a los compradores.
Las posibilidades de que el ID.X llegue algún día a producción parecen escasas, precisamente porque sería un complicado lograr beneficios con él. Puede que se quede en un ejemplo y en un laboratorio de lo que se puede hacer a partir de la plataforma MEB. Pero Volkswagen quizás pueda plantearse que algunos entusiastas de la conducción deportiva solo querrán dar el salto a un coche eléctrico cuando este les ofrezca las sensaciones potenciales que ofrece el ID.X. Si no lo hace Volkswagen la competencia sí puede estar dispuesta a hacerlo.