La firma alemana BMW, a través de su división de motos BMW Motorrad, es uno de los principales fabricantes del sector de las motocicletas y de los que más temprano se han lanzado a comercializar motos eléctricas. La firma sigue predeterminada a seguir trabajando con este tipo de tecnología, y así lo indica la última patente que ha salido a la luz, en la que un motor eléctrico de tipo boxer toma el protagonismo.
Y es que este tipo de motores se han convertido dentro de la propia BMW Motorrad en todo un icono, tanto por el sonido de los mismos como por la particular estética que otorga a la motocicleta que lo equipe, pues el motor sobresale por ambos costados de la moto. La patente de este motor eléctrico ha salido a la luz a causa de su registro en Estados Unidos, de lo que se han hecho eco más tarde en Solo Moto.
A decir verdad, no obstante, lo que en realidad BMW Motorrad ha patentado se corresponde un sistema de refrigeración cuyas formas imitan las de un motor de tipo boxer. La idea es hacer un guiño estético a las protuberancias que este tipo de motores generaba a cada lado de la moto en cuestión colocando en ellas los filtros de aire. Con ello se puede aprovechar el caudal de aire que estas protuberancias soportan al quedar completamente expuestas al aire cuando se avanza.
El motor eléctrico en sí estaría posicionado de manera central en el chasis de la motocicleta, y a él llegaría el aire desde estos para ser refrigerado, como podría también ser usado este caudal para refrigerar las baterías o cualquier otro elemento.
Algo similar dejó entrever la firma alemana con uno de sus últimos modelos conceptuales, la BMW Motorrad Vision DC Roadster, que es la primera muestra de trabajo de BMW sobre el concepto de una moto eléctrica de corte deportivo.
De haber un modelo que potencialmente estrenará esta solución, el que más posibilidades tiene de hacerlo es este, precisamente, o al menos a un moto eléctrica cuyo concepto se asemeje o acerque al que BMW mostró con el modelo conceptual de la Vision DC Roadster.
No obstante, y tal y como sucede en multitud de ocasiones, que una idea, diseño o tecnología haga incursión en la oficina de patentes de algún país por parte de algún fabricante no significa, necesariamente, que ello tenga que acabar como una solución comercial, pues en muchos casos la idea acaba siendo desechada por parte del fabricante y lo que buscan realmente es asegurarse que ninguna otra marca o empresa recurra a ello.