BYD está dando buena cuenta del potencial que tiene a nivel mundial, y no para de aliarse con implicados en el sector del automóvil para seguir expandiéndose por todo el planeta. Lo último que sabemos es que ha cerrado un acuerdo con un importante líder del sector de la moto, al que le suministrará miles de baterías.
El fabricante chino no se conforma con arrasar en ventas en su país, sino que ahora tiene en el punto de mira a Asia y Europa, pero además va a empezar a trabajar con Ampersand, la empresa con mayor potencial en la fabricación de motos eléctricas en África. Está contribuyendo a la transición en un territorio en el que hay 30 millones de estos vehículos destinados a fines comerciales, como el transporte de pasajeros, lo que se conoce como mototaxi.
Baterías de BYD, también para motos eléctricas
La alianza entre BYD y Ampersand tiene como finalidad dotar de baterías LFP (litio-ferrofosfato) a un total de 40.000 motocicletas llegado el final del año 2026, para seguir sumando unidades cero emisiones a la enorme flota que circula por África.
La dependencia de este medio de transporte para muchos, hace realmente interesante apostar por un negocio con el que se sustenta parte de la población, y que hace posible una movilidad rápida y asequible.
La emergente empresa de motos eléctricas, que opera principalmente en Ruanda y Kenia, ha encontrado la oportunidad en un momento en el que el precio del combustible es más caro, además de ser un bien escaso.
Desde 2016, Ampersand ha desarrollado la flota de motos eléctricas más grande de África Oriental, y espera cerrar este ejercicio con un total de 10.000 unidades fabricadas. Una cifra que seguirá creciendo de la mano del acuerdo con BYD, y que trae consigo otros beneficios como la mejora de la calidad del aire, el ahorro en combustibles fósiles y una mejora de la contaminación acústica en el país, en favor de la salud de sus habitantes.
Más motos eléctricas y menos contaminación
Por ver queda cómo evoluciona todo tras la adquisición de las miles de baterías de BYD de tipo LFP, que han demostrado una seguridad y una vida útil óptimas. Todo para ir sumando en la transición a la movilidad eléctrica, en un país en el que una gran mayoría de estas motos se utilizan con fines comerciales, y de las que el 99% todavía son de combustión.
Además, Ampersand destaca que su flota de 3.000 motos eléctricas está demostrando una gran fiabilidad, con un ahorro en los mantenimientos y en el combustible, que cifran en un 45% menos que haciendo uso de una moto de gasolina similar.