La motocicleta eléctrica CAKE Ösa ha recibido el premio Red Dot Design 2020, no solo por ser completamente diferente a cualquier motocicleta del mercado, sino porque ese diseño responde a una gran practicidad y funcionalidad, que son sus señas de identidad. Su peculiar diseño admite más de 1.000 combinaciones personalizables para transportar y colocar herramientas, que se alimentan con la electricidad de su batería. Además, según la configuración que se elija, recibe la homologación como motocicleta o como ciclomotor eléctrico.
Los premios de diseño Red Dot están entre los más importantes del mundo por reconocer la calidad e innovación de diseñadores y fabricantes en la creación de nuevos productos domésticos y profesionales. Esta es la segunda vez que CAKE recibe este reconocido premio en la categoría de automóviles y motocicletas. En 2019, se lo llevó otra de sus motocicletas eléctricas, la CAKE Kalk OR, un modelo muy orientado al rendimiento.
El Jurado de Red Dot, compuesto por 40 expertos internacionales que prueban, discuten y evalúan cada uno de los candidatos, ha querido premiar la motocicleta eléctrica CAKE Ösa por su plataforma modular multiusos.
Para la CAKE Ösa este no es el primer premio que recibe. Desde noviembre de 2019 ha ganado numerosos premios, incluido el Premio de diseño 2020 IF Design Award y el Gear Junkie’s Best in Show at Outdoor Retailery.
Premio Red Dot Design 2020 CAKE Ösa.
Así es la CAKE Ösa en sus dos versiones: ciclomotor y motocicleta eléctrica
Esta motocicleta eléctrica ha sido concebida como una plataforma de trabajo, de ahí el cuadro construido alrededor de una columna central principal que utiliza una abrazadera de bloqueo diseñada a medida para acoplar una amplia gama de accesorios. Sobre ella pueden situarse uno o más asientos, que puede ponerse, quitarse y deslizarse sobre el marco. En la parte baja, un bastidor puede sujetar cestas, soportes, enganches y una completa serie de accesorios.
Su batería no solo alimenta el tren motriz eléctrico de la motocicleta sino que ofrecen múltiples salidas que convierten a la Ösa en una estación de energía móvil para la alimentación de equipos domésticos o el uso profesional para conectar herramientas en lugares en los que no hay red eléctrica disponible. Ofrece dos posibilidades de configuración mecánica y dos homologaciones: la CAKE Ösa Lite, como ciclomotor eléctrico y la Ösa +, como motocicleta eléctrica.
La CAKE Ösa Lite se homologa como ciclomotor eléctrico por lo que no necesita un carnet específico de motocicleta para ser conducida. Tiene 4 kW de potencia nominal y transmite un par motor de 42 Nm a la rueda trasera mediante una correa. Su velocidad máxima está limitada a 45 km/h e incluye tres modos de conducción diferentes y un sistema de regeneración de energía durante el frenado. Se alimenta de una batería de iones de litio que ofrece una capacidad de 1,5 kWh. El cargador de 220 V tarda en recuperar toda la energía de la batería en aproximadamente tres horas.
Integra una toma de corriente de 5 V (10 W) y otra de 12 V (180 W) y un adaptador externo para dispositivos exigentes que funciona a 220 V (110 V en EEUU) y admite hasta 2 kW. Su precio en Europa es de 4.500 euros y para su reserva es necesario dejar un depósito de 200 euros.
La CAKE Ösa + es una motocicleta eléctrica, por lo que necesita un carnet específico para poder conducirla. Su motor eléctrico es de 7 kW de potencia nominal y transmite un par motor de 42 Nm a la rueda trasera, mediante la misma correa de carbono suministrada por Gates. Su velocidad máxima es de 100 km/h.
En este caso hay dos opciones de batería. La primera, idéntica a la versión Lite, puede usarse como batería principal, como baterías de respaldo para viajes largos o como fuente de alimentación adicional fuera de la red. La segunda, ofrece una capacidad de 2,5 kWh e incluye la toma de corriente de 5V y la de 12V. Opcionalmente ofrece un inversor externo de CC-CA con una potencia de 1,5 kW. Permite alimentar herramientas eléctricas, altavoces, luces y equipos electrónicos de alta potencia. El adaptador de corriente se conecta a la batería y permite el uso de equipos electrónicos que funcionan a 220 V. En este caso el precio es de 6.500 euros y la reserva también exige un depósito de 200 euros.