Por encima de un producto atractivo y diferencial, el fabricante sueco de motocicletas eléctricas CAKE se enorgullece de sus objetivos de sostenibilidad. Por eso, acaba de presentar una nueva línea de negocio, el de las motocicletas usadas, basada en el programa re:cake, que las certifica y garantiza. Un guardabarros verde con el nombre del programa inscrito en él es la seña de identidad de que la motocicleta eléctrica ha pasado por todos los controles del fabricante y cumplirá con las expectativas de su nuevo propietario.
Ser una empresa de venta de motos eléctricas nuevas es una cosa. Sin embargo, CAKE es consciente de que el crecimiento que está experimentando este mercado dará como resultado una gran cantidad de vehículos usados que volverán a venderse cuando sus propietarios decidan desprenderse de ellas: no todo el mundo se queda con cada moto que compra para siempre. En ese escenario entra en juego re:cake, un programa que busca ofrecer las máximas garantías a los nuevos propietarios y que amplía el concepto sostenible de la empresa.
Durante años, los concesionarios tradicionales de automóviles y motocicletas han realizado programas similares a este. Algunos de ellos son respaldados directamente por los propios fabricantes que participan en la inspección y la certificación de los vehículos para garantizar su buen estado. CAKE se convierte en el primer fabricante de motocicletas eléctricas que emprende un programa de este tipo.
Según la compañía, re:cake implica que cada motocicleta que se ofrece a través de este programa ha pasado un proceso de evaluación, calificación y renovación supervisado por la marca. Además, todas las motocicletas ofrecidas por la marca contarán con un periodo de garantía que dependerá de su antigüedad y del precio de venta. Tal y como explica la marca en su página web, “cada motocicleta se evalúa individualmente y por lo tanto recibe una garantía particularizada para ella, que diferirá de un artículo a otro”.
CAKE marca los productos que vende a través de este programa incorporándoles un guardabarros de color verde con la inscripción re:cake, con el objetivo de evitar estafas y garantizar que cada una de las motocicletas ha pasado por un riguroso programa de evaluación.
Las motocicletas eléctricas re:cake están ya disponibles a través de la página web del fabricante que inició este servicio el pasado 5 de abril. Se trata de un primer lote que según CAKE ha sido extraído de la flota de unidades de demostración y de uso interno. Sin embargo, el objetivo del programa es que en la oferta se incluyan las motocicletas de segunda mano que entreguen sus clientes. Más adelante, CAKE, proporcionará más detalles para que los propietarios de una de sus motos puedan revenderlas a la marca, bien entregándolas como parte del pago por la compra de una nueva o bien sin necesidad de adquirir una nueva.
El catálogo actual que CAKE ha puesto a disposición de los compradores, en el momento de escribir este artículo, está formado en su mayoría por unidades Kalk& cuyo precio de venta es de 9.900 euros y 11.900 euros (el precio de una unidad nueva es de 14.500 euros). Se trata de la primera motocicleta homologada por la marca para su uso en carretera a partir de la Kalk OR. Mecánicamente cuenta con un motor eléctrico de 15 kW de potencia punta y una batería de 2,6 kWh de capacidad. El programa también incluye una unidad de la Kalk OR que se vende por 9.900 euros, cuando su precio de venta nueva es de 13.500 euros.
CAKE incluye en la ficha de cada una de estas motocicletas toda la información sobre el estado de cada uno de los componentes, además de su VIN, su fecha de fabricación y el nombre de su anterior propietario. También se refleja la garantía que le otorga la marca tanto para la motocicleta como para la batería y el contacto para la venta.