Si bien en los vehículos eléctricos más grandes el espacio para la batería, aunque limitado, es suficiente para ofrecer autonomías aceptables, en el de las dos ruedas todo está mucho más restringido. Los scooter eléctricos urbanos sí han conseguido adaptarse y triunfar en su nicho de mercado porque su batería es lo suficientemente pequeña como para que pueda sacarse de la moto y cargarse en casa.
Sin embargo, las motocicletas eléctricas más grandes todavía no satisfacen las expectativas de muchos moteros que buscan otro tipo de uso. Las mayores velocidades que se requieren para su uso precisan de baterías más grandes y, al no ser extraíbles, una infraestructura de recarga adaptada a ellas. Además, su peso y su ubicación bajo el carenado, pueden afectar la maniobrabilidad, haciendo que la moto no se comporte de forma ágil y ligera.
El hidrógeno llega para impulsar la movilidad eléctrica de las motos
Que las baterías alcancen un nivel de rendimiento aceptable para el ámbito de uso de las motocicletas eléctricas puede llevar algún tiempo. Además, hay otro efecto importante para los usuarios más exigentes que se pierde con la electrificación: el sonido característico de los motores de combustión.
En este contexto, explorar la implementación de motores alimentados por hidrógeno es una de las posibilidades para este sector. Esta tecnología permite transportar más energía por peso que las baterías a cambio de precisar algo más de espacio. El repostaje es tan rápido como con la gasolina (si hay un sitio donde hacerlo). Además, permite una doble opción de propulsión. Bien mediante una celda de combustible bien quemando el hidrógeno directamente en un motor de combustión modificado.
La primera opción es la que más se ha explotado hasta ahora. Es el caso del prototipo presentado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) o la idea de estudio de diseño que creó Hydra, cuya base fundamental es aplicable a una amplia gama de configuraciones de motocicletas de diferentes estilos y tipos.
Si bien Kawasaki tardó en reaccionar al cambio tecnológico, ya ha mostrado sus avances en cuanto a la electrificación de sus motocicletas, entre las que se encuentra la Ninja e-1. Ahora, Kawasaki está pensando en la segunda opción y ha desarrollado una versión denominada Ninja H2 cero emisiones, pero propulsada por hidrógeno.
Para eso, ha tomado como base la Ninja H2, una motocicleta deportiva de alto rendimiento que utiliza un motor sobrealimentado con un compresor centrífugo para aumentar la cantidad de aire que ingresa al motor, lo que da como resultado un altísimo rendimiento. Según el propio fabricante, se trata de un "impulsor diseñado a medida que gira a 130.000 revoluciones por minuto y que permite introducir una cantidad de aire equivalente al volumen de una bañera y media cada segundo". Esta asombrosa tecnología necesita una apertura para la entrada de aire tan grande como la de un voraz motor de combustión de cuatro cilindros de 1.000 cc.
Si la gasolina precisa de una relación aire-combustible de alrededor de 14,7:1, el hidrógeno requiere más del doble, 34:1. Este sobrealimentador puede suministrar un volumen de aire tan grande que convierte a Kawasaki en la única empresa de motocicletas que puede producir un motor de combustión de hidrógeno utilizable y real.
La Kawasaki Ninja H2 de hidrógeno ‘en persona’
Después de mostrar varios renders conceptuales en el EICMA de Milán el año pasado, ahora ha hecho realidad esta primera moto de hidrógeno. Y la ha presentado en un evento en el que desvelaba el "Informe de progreso Group Vision 2030" del Grupo Kawasaki. No se trata sólo de una versión ligeramente modificada del H2 SX, la empresa japonesa ha dedicado esfuerzos al desarrollo de una nueva carrocería que incluye un pequeño faro en forma de H, para destacar esta tecnología
Sin embargo, no es ese faro lo que más atrae la atención. Todo lo demás parece más grande y angular en comparación con el SX estándar, y, aunque esto es subjetivo, no lo hace precisamente de una manera favorable. El elemento más destacado a considerar son las enormes alforjas rígidas en las que se almacena el hidrógeno, en cilindros de gas a alta presión, cinco a cada lado.
Para aquellos a quienes les pueda resultar preocupante tener un gas con un alto potencial explosivo ubicado cerca, los fabricantes de coches ya han sometido los tanques de hidrógeno a pruebas de choque en vehículos como el Toyota Mirai y el Hyundai Nexo obteniendo calificaciones de seguridad de cinco estrellas.
El fabricante tiene previsto iniciar las pruebas el próximo año. Actualmente, no está disponible información con respecto a detalles prácticos como la capacidad de los tanques de hidrógeno, la cantidad de energía que generará, su peso o la autonomía.
El desarrollo de esta motocicleta forma parte del proyecto HySE, que establece una colaboración con otros fabricantes japoneses como Yamaha, Honda y Suzuki. Además de la Ninja H2 de hidrógeno, se incluye una colaboración conjunta para la creación de un vehículo todo terreno (ATV) con tecnología de combustión de hidrógeno programado para competir en el Rally Dakar del próximo año.
Si las baterías no logran el avance esperado en esta década, las motocicletas impulsadas por hidrógeno podrían tomar la alternativa. Por ahora, y aunque Japón cuenta, probablemente, con la mayor concentración de estaciones de hidrógeno del mundo, no es previsible que esta Ninja H2 se comercialice en un futuro cercano.
