A diferencia de los scooter eléctricos de carácter urbano, los que tienen la capacidad de alcanzar velocidades suficientemente altas como para circular por una autopista necesitan baterías de gran tamaño para mantener una autonomía adecuada incluso circulando rápido. Este es un hándicap que se traduce en una batería pesada que supone un problema para poder retirarlas del vehículo para la recarga. Este aspecto cobra especial relevancia en entornos urbanos, donde muchos usuarios no tienen posibilidad de realizar esta operación en un garaje.
En el mercado actual, se encuentra disponible una amplia oferta de scooters eléctricos que, en muchas ocasiones, son difíciles de distinguir entre ellos. Sin embargo, la empresa española Silence, con sede en Barcelona, ha logrado destacar entre la multitud, ofreciendo un producto diferenciador, de alto rendimiento, que, además, incorpora las exclusivas baterías extraíbles desarrolladas por la compañía. Para mejorar todavía más su rendimiento, Silence se ha asociado con IRP Systems, un proveedor de soluciones de movilidad eléctrica, para actualizar sus vehículos eléctricos y alcanzar niveles de rendimiento más elevados.
Una colaboración que llegará al nuevo S04, el nuevo cuadriciclo urbano de Silence
Una batería extraíble de un scooter eléctrico convencional puede pesar hasta 12 kg y ofrecer una capacidad limitada, entre 1,5 y 2 kWh. Sin embargo, Silence ha desarrollado baterías con una capacidad muy superior, alcanzando los 5,6 kWh de la Silence S01. Para poder hacer que esta batería sea extraíble y, sobre todo, transportable, la solución es la incorporación de unas ruedas que permiten que pueda arrastrarse como si fuera una maleta y extraerse sin necesidad de levantarla.
En el caso de Silence, este diseño incluye un ingenioso mecanismo de cierre que posibilita que las ruedas se desplieguen, descendiendo como lo hacen las de una camilla de ambulancia, eliminando así la necesidad de que el usuario soporte el peso de la batería.
A esta característica, completamente innovadora, se añade ahora una nueva tecnología fruto de la colaboración entre Silence e IRP Systems, para llevar a cabo mejoras significativas en sus vehículos. Conforme al acuerdo recién anunciado, Silence integrará los controladores de motor Dynamic 6 de IRP en sus scooters y, también, en su próximo cuadriciclo eléctrico, el S04.
Eduardo Quesada, director de I+D de Silence, ha explicado que la colaboración llevada a cabo durante tres años ha dado como fruto el desarrollo de “un nuevo controlador de motor para nuestros vehículos que sigue los más altos estándares de seguridad y calidad. La prueba del éxito de esta colaboración se refleja en la implementación de estos controladores en nuestra línea de vehículos de 4 ruedas".
Si bien no mencionó concretamente el nombre, es muy probable que, con esta afirmación, Quesada se refiera al nuevo Silence S04 Nanocar, un cuadriciclo eléctrico que ya se fabrica en la zona franca de Barcelona. Se trata de un microcoche que cuenta con capacidad para dos ocupantes, similar a un Citroën Ami que se alimenta mediante dos baterías iguales de scooter de Silence.
La posibilidad de incorporar el controlador de motor de IRP en diversas plataformas evidencia la versatilidad de este diseño. Moran Price, CEO de IRP Systems compartió su perspectiva sobre la nueva asociación, expresando que "IRP está muy orgulloso de unir fuerzas con Silence, el principal fabricante de movilidad eléctrica en Europa. Estamos seguros de que, trabajando juntas, ambas compañías crearán vehículos eléctricos excepcionales que permitirán a Silence mantener y fortalecer su posición dominante en el mercado".