Cuando los más pequeños van cumpliendo años, suele ser complicado encontrar algo en el mercado que permita la transición de la bicicleta a la moto. La propuesta de Kawasaki es una renovada montura eléctrica y que, salvo por la ausencia de pedales, perfectamente podría encajar en la estética de una ebike.
La marca ha incluido en el renovado catálogo tanto un modelo de corte off-road, como otro que tiene como destino las pistas de asfalto.
Dos modelos con una esencia distinta
Ha denominado Elektrode 20 a la primera de ellas, mientras que el otro modelo (en negro), adoptada la denominación de Elektrode 20FS. Lo cierto es que comparten la mayoría de componentes, salvo por la adaptación de cada una a su estilo.
Aunque están destinadas a niños a partir de 8 años, la realidad es que no estamos ante un juguete como tal, pues incorporan un motor eléctrico de 750 watios y pueden alcanzar una velocidad de 40 kilómetros/hora. Como extra, un limitador permite que la velocidad se limite a 20 kilómetros/hora.
No son juguetes
De ahí que no podamos catalogarlas como ebikes al uso y, por sus características, su uso está acotado a circuitos cerrados o zonas privadas y delimitadas. No sería seguro dejar que un menor la use en la vía pública y, al menos en Europa, tampoco sería legal.
Por tanto, sí que es una buena opción como acercamiento a la moto eléctrica a los más jóvenes.
La Elektrode 20 utiliza ruedas de 16 pulgadas con neumáticos de tacos, frenos de disco y una horquilla telescópica delantera con un recorrido de 160 milímetros, por lo que tiene verdaderas aspiraciones off-road. Está diseñada para aguantar un peso de hasta 60 kilos.
En el caso de la Elektrode 20FS, adopta un estilo tipo BMX, en este caso con la horquilla delantera rígida y unos neumáticos más lisos que los anteriores, también montados en unas llantas del mismo tamaño que el otro modelo. Esta permite transportar con seguridad a personas de hasta 78 kilos.
El paquete de baterías va en todo caso integrado en la parte más voluminosa del cuadro y, por cada carga al completo, permite un uso de unas tres horas, dependiendo del modo de conducción escogido, de los tres disponibles.
Estos últimos se seleccionan a través de la pantalla LCD que incorpora, donde también se puede ver el estado de carga de la batería. Como añadido, el sistema interrumpe el encendido si detecta una inactividad de 10 minutos.
El precio de estas pequeñas motos eléctricas de Kawasaki ronda los 2.000 euros, independientemente del modelo escogido.
