Bien es sabido que Kymco tiene en su poder el 4% de las participaciones de LiveWire, la compañía de nueva creación con la que Harley-Davidson terminó en 2020 de desligar por completo su gama de motos eléctricas de las de combustión.
Por entonces ya existía la conocida Harley-Davidson LiveWire, que pasó a denominarse LiveWire One, modelo cero emisiones seguido de la LiveWire S2 Del Mar, que también ha terminado dándole un pequeño giro a la denominación. Ahora en el catálogo aparece como T2 Del Mar, mientras que la última incorporación se llama LiveWire S2 Mulholland.
Unos cambios un poco caóticos, en busca de encontrar el rumbo acertado en el sector, pues sus motos no terminan de calar y apenas han llegado a unos pocos puntos del planeta que no sean Estados Unidos.
La intención ahora es dar a luz a una nueva moto eléctrica, de potencia y precio más contenidos que las que se ofrecen ahora mismo en la gama cero emisiones de Harley-Davidson y aumentar ( o eso esperan) la cuota de mercado.
Y Kymco ha registrado una patente que deja claro que se va a encargar de la fabricación de la conocida como LiveWire S3. La compañía taiwanesa todavía tiene pendiente lanzar sus modelos RevoNEX y SuperNEX, dos motos eléctricas que siguen retrasando su llegada y que ahora podemos decir que compartirán componentes con la futura LiveWire.
La arquitectura Arrow será la protagonista
La plataforma modular Arrow, sobre la que se asientan los dos últimos lanzamientos de LiveWire, permitiría la adaptación necesaria para dar lugar a motos cero emisiones de distinta índole.
Es decir, que se puede configurar para incorporar motores y paquetes de baterías de distintos tamaños, gracias a unos subchasis delantero y trasero de tipo extraíble y a una estructura en la que la caja que contiene la batería se integra como parte del bastidor.
También podría reducir el peso mucho más, de momento con los 196 kilos de referencia de la S2 Mulholland presentada hace apenas unos días.
Estaríamos, por tanto, y a falta de nuevas noticias, ante una futura moto eléctrica de Harley-Davidson menos potente que el resto de sus hermanas, por lo que los 84 CV de las Del Mar y Mulholland podrían acortarse a la mitad, para dar lugar a una montura accesible para el carné de conducir A2.
Además, el precio también bajaría sustancialmente, ya que ahora mismo no se puede adquirir ninguno de los modelos de LiveWire por debajo de los 15.000 dólares y eso hace que el público potencial sea ahora mismo muy reducido.
Una bajada de coste final todavía más considerable si lo comparamos con la tope de gama, la LiveWire One, por la que hay que pagar algo más de 22.000 dólares.