Colarse en un sector como el de la moto eléctrico no es tarea sencilla, pero Cecotec tiene clara su estrategia. Para muchos, este fabricante es el Xiaomi español, pues ha conseguido crecer siguiendo unos pasos similares a los de la marca china, y ha crecido mucho tras dar sus primeros pasos en Valencia.
De todas las propuestas entre ciclomotores y scooters que ha puesto a la venta recientemente la firma, posiblemente el más interesante de todos sea el Cecotec Skull.
Un ciclomotor muy barato
Un ciclomotor con un rompedor precio, que se ampara en el reglamento de vehículos de categoría L1e, con prestaciones equivalentes a una moto de gasolina tradicional de 49 centímentros cúbicos.
La nueva Skull de Cecotec presenta un diseño moderno y muy compacto, con todo muy bien ajustado para responder a las necesidades de los usuarios de la misma, que básicamente es moverse por ciudad con soltura.
El motor eléctrico que utiliza tiene una potencia nominal de 800 watios, pero puede dar picos puntuales más altos, de hasta 1.200 watios. Esto permite que acelere y responda al puño derecho con más rapidez que una moto similar de combustión, aunque en todo caso la velocidad máxima está limitada por normativa a 45 kilómetros/hora.
Bajo el asiento, lo que encontramos es una batería extraíble, que se puede llevar a casa para cargarla en una toma doméstica convencional.
La autonomía que promete Cecotec con este ciclomotor es de entre 40 y 60 kilómetros, según el uso más o menos eficiente que se haga del mismo, aunque en todo caso debería ser suficiente para los trayectos del día a día de prácticamente cualquier persona.
Además, cuenta con la ventaja de que es una moto L1e, por lo que se puede llevar con el permiso de ciclomotor AM o con el carné de coche B, sin restricción alguna.
Precio de la Cecotec Skull
Pero lo más interesante es el precio, pues la Cecotec Skull está marcada en 999 euros en la página oficial del fabricante español, lo que es una tarifa difícilmente equiparable o mejorable para la mayoría de fabricantes tradicionales.
