A estas alturas en Híbridos y Eléctricos hemos probado ya siete modelos distintos de motos eléctricas con baterías extraíbles. Bien es cierto que no se trata de un número alto en términos generales, pero en estos momentos la oferta de motos eléctricas con este tipo de solución no va mucho más allá de ello, y además todas ellas están ligadas a un ámbito de uso urbano.
No obstante las baterías extraíbles en motos eléctricas urbanas parecen ser el camino a seguir por los grandes fabricantes, pues como han demostrado los primeros actores de este nicho de mercado, como Super Soco, NIU o Silence, se trata de una solución que al contrario de lo que sucede con los coches eléctricos, sí se propicia que se pueda llegar a todos los públicos.
Por nuestra sección de pruebas han pasado motos eléctricas como las Super Soco TC Max, NIU MQi GT o la Ecooter E2 MAX, entre otras, todas ellas portando consigo un paquete de baterías extraíble, por lo que hemos adquirido suficiente experiencia con este tipo de solución como para saber cuáles son sus puntos fuertes, así como también sus debilidades.
Batería de la Urbet Gadiro.
Ventajas de las baterías extraíbles para motos eléctricas
Accesibilidad. Tal vez el mayor inconveniente que puede existir a día de hoy con vehículos eléctricos para particulares no es la red de puntos de carga público, sino que un gran porcentaje de la población está obligada a aparcar sus vehículos en las calles, por lo que no tiene la opción de disponer de un punto de carga doméstico.
Este inconveniente se elimina por completo optando por la compra de una moto o scooter eléctrico que porte consigo una batería extraíble, pues están pensada para este tipo de usuarios precisamente. Mediante la extracción de la batería se puede optar por cargarla en cualquier domicilio a través de cualquier enchufe doméstico, como si de un teléfono móvil se tratara, sólo que para completar una carga, dependiendo del tamaño de la batería y de la energía que se haya consumido, podrá tomar un total de hasta siete horas, aunque los módulos habituales de entre 2,7 y 2,88 kWh de capacidad apenas se toman cuatro horas, por lo que se completa sin ningún tipo de problema.
Batería Samsung de la Wellta Ártica
Pérdidas de tiempo y desvíos para repostar o cargar. El hecho de cargarla en casa mientras llevamos a cabo otras actividades lleva implícito una ventaja añadida. Y es que no tendremos que modificar nuestros desplazamientos diarios para repostar o cargar como sí sucede con motos de gasolina o vehículos eléctricos cuando se depende de la infraestrucura pública, ahorrando tiempo diario, pues tan sólo perdemos los segundos que se tarda en extraer la batería de hueco destinado para ella y ponerla a cargar.
Ahorro económico. A pesar de que las continuas subida del coste de la electricidad para particulares se han convertido en la tónica habitual en estos últimos compases, al cargar nuestra moto eléctrica en casa el coste que conlleva es exactamente el mismo que el de usar cualquier otro aparato eléctrico en su medida proporcional, lo que rebaja con creces el coste de cada carga por debajo del euro, aunque a ello dedicaremos un artículo en extensión más adelante.
A esta aspecto hay que sumar que las reparaciones de las baterías extraíbles serán menos costosas. Mientras la moto eléctrica en cuestión se encuentre bajo garantía no habrá problemas, pero si ésta llegase a experimentar algún fallo después de expirar el periodo de asunción de costes del fabricante, y dada la complejidad de una batería embebida en el chasis, lo cierto es que sustituir una celda será mucho más económico en una moto eléctrica de batería extraíble que en una de batería fija.
Inconvenientes de las baterías extraíbles en motos eléctricas
A pesar de tratarse de una solución con múltiples ventajas, lo cierto es que un scooter eléctrico de batería extraíble también trae consigo algún que otro defecto, aunque haciendo balance entre virtudes y defectos lo cierto es que los primeros se antojan más relevantes e importantes que los segundos.
Espacio de carga que queda para depositar objetos en la Super Soco TC Max.
Prestaciones. Aunque se trata de una solución extendida, lo cierto es que aquellas motos eléctricas de baterías extraíbles son su mayoría (por no decir completa mayoría) motos eléctricas de baja potencia, por lo que apenas hay opciones con esta solución por encima de equivalentes a una 125 centímetros cúbicos de gasolina. Aquellos que quieran una moto eléctrica de mayor potencia, pues, tendrán que recurrir a modelos cuyo paquete de baterías está embebido en la estructura del vehículo en cuestión.
Dado a que el paquete de baterías ha de situarse de manera accesible para su extracción, éste no puede ocupar todo el sitio que podría dentro de la estructura de la moto eléctrica en cuestión, por lo que el tamaño de la batería acaba siendo menor que el que podría ser basándonos en la fisionomía y afectando de manera directa a su capacidad. Sin embargo, y tal y como hemos experimentado e nuestras pruebas de autonomía, siguen ofreciendo autonomía suficiente para solventar varios días de uso en entornos urbanos,
Peso del paquete de baterías. Este es, tal vez, el mayor inconveninente de todos si no podemos cargar la moto eléctrica directamente en su lugar de aparcamiento. Los módulos de baterías son realmente pesados, pues cada uno de ellos (dependiendo del tamaño) puede pesar entre 10 y 20 kilos, y sacarlo de la motocicleta y llevarlo hasta nuestro domicilio se convertirá en una tarea física sólo apta para aquellas personas capaces de levantar este peso con un sólo brazo.
La batería de la Super Soco TC Max es la más pesada de todas las que hemos probado con sus 22 kilos.
Silence en particular ha salido con una muy buena solución a este problema, pues la propia batería se extra a través del lateral de sus scooters eléctricos y se convierte en un carrito con ruedas para ser transportada más fácilmente.
Volumen de carga. Por lo general, y de nuevo debido al hecho de no tener un paquete de baterías embebido en el chasis y que éste tenga que ser muy accesible, hace que la capacidad de carga se vea fuertemente mermada en scooters eléctricos de baterías extraíbles, por lo que la mayoría tendrán que verse forzados a equipar un baul de carga para poder guardar el casco y objetos de tamaño sustancial.
Conclusión, ¿merece la pena una moto eléctrica con batería extraíbles?
Lo cierto es que no existe una respuesta definitiva, ya que todo dependerá de la situación y necesidades de cada usuario. Sin duda esta solución es la más adecuada para los que no gozan de una toma de corriente en su garaje o para aquellos que están obligados a estacionar su scooter o moto eléctrica en la calle. Para ellos es, con diferencia, el camino a seguir.
Para quienes no tengan este problema y puedan cargarla directamente en su plaza de garaje o lugar habitual de aparcamiento sí que pueden optar por motos eléctricas de batería no extraíble.