Brixton es una empresa austriaca subsidiaria del Grupo KSR. Su gama actual está compuesta por motocicletas de gasolina en la que la característica común es su aire retro y un precio contenido. Todas ellas se diseñan en Austria y se fabrican en China. Ahora, la compañía da el salto a la electrificación con la presentación de la patente de un nuevo modelo, en este caso un ciclomotor eléctrico que mantiene el diseño clásico y el minimalismo en un vehículo pensado para los desplazamientos diarios urbanos.
La propuesta de Brixton es el de un ciclomotor sin pretensiones de convertirse en un vehículo que salga de los entornos urbanos. El concepto consiste, entre otras cosas, en un cuadro extremadamente simple. Su formato, sobre todo en la parte trasera, se asemeja mucho a las soluciones que se pueden encontrar en muchas bicicletas con un marco expuesto y un basculante rígido. En lugar de una suspensión trasera tradicional, utiliza un sillín de un solo asiento con un resorte montado debajo de él, muy similar a lo que se empleaba en las bicicletas antiguas de estilo más clásico.
El motor eléctrico se sitúa en el buje de la rueda trasera, de manera que no necesita un bastidor en el cuadro para sujetarlo. Por sus características, y la homologación que le corresponde, la velocidad máxima que podrá alcanzar con él será de 45 km/h. En cambio, la batería que lo alimenta se sitúa muy cerca del suelo entre los dos reposapiés, sujeta mediante dos tubos que forman su bastidor que pasan por debajo de los puntales longitudinales superiores. Su posición garantiza una gran estabilidad en su manejo, especialmente a bajas velocidades.
En la parte delantera, el ciclomotor mantiene el lenguaje de diseño retro de Brixton. El estilo clásico se acerca aquí al denominado café racer con un faro LED delantero redondo con una "X" en el centro que la identifica como una Brixton. Completa el conjunto una horquilla invertida para la suspensión.
El puesto de conducción tiene una configuración bastante básica, con un manillar estándar, y palancas de frenos delanteras y traseras similares a las que se encuentran en los scooters convencionales. En el centro cuenta con una pantalla de instrumentos digital redonda encerrada en un pequeño bisel de forma cuadrada.
En lugar de reposapiés, el scooter eléctrico Brixton está equipado con grandes estribos que miran hacia arriba en la parte delantera y, por lo tanto, no solo ofrecen un soporte estable para los pies del conductor, sino también cierta protección contra la lluvia y las salpicaduras.
En las imágenes se pueden ver cuatro ojales unidos al marco en la parte delantera de los puntales longitudinales superiores y en el tubo debajo del asiento. Pueden utilizarse para asegurar una placa de transporte o para una caja que se podría adquirir como accesorio. Esa sería también la única posibilidad de poder incluir carga en ella, puesto que no hay opción para ello en la parte trasera, ni hay un asiento de pasajero detrás del conductor.