El año 2024 está siendo complicado para el sector de la moto eléctrica, y lo hemos visto con la quiebra de fabricantes con mucho potencial como Cake o Energica, a los que ahora irremediablemente se ha tenido que unir a la bancarrota la marca Fuell.
Este proyecto en manos de Erik Buell nació en última instancia en 2019, con el objetivo de buscarse un hueco en el área de las motos eléctricas, pero también de las bicicletas eléctricas. Para esto, Erik se unió a Frederic Vasseur, ligado a la escudería Ferrari de Fórmula 1, entre otros.
Adiós a Fuell
Pero lo cierto es que no les ha salido nada bien su estrategia, algo que en realidad se ha puesto difícil en el sector de las dos ruedas, lo que está haciendo a tantas marcas, por ejemplo Energica, pegarse de bruces contra una cruda realidad.
Fuell para 2019 ya habría tenido que resurgir de sus cenizas, pues antes de dejar de lado las motos de combustión, la firma tiene un historia que se remonta a un primer nacimiento en 1983. El proyecto no tardó en hacerse un nombre en el mercado de la moto, hasta el punto de que Harley-Davidson compró Fuell en su totalidad en 2003, para abandonar el proyecto seis años después.
Erik Buell quiso continuar con el legado, y se pegó el primer batacazo en 2013, cuando la marca quebró por primera vez. Para suerte de Buell, encontró a gente que creía en la reinterpretación eléctrica del proyecto, y en 2019 arrancaría lo que hoy es ya una segunda bancarrota.
Fue el pasado 16 de octubre cuando se inició la solicitud de quiebra en el tribunal norteamericano, y la situación es tan grave que no hay dinero ni tan siquiera para pagar a los trabajadores, ni tampoco para continuar con las labores de producción o distribución de sus vehículos.
Una moto eléctrica pero también varias ebikes
Buell abandona por tanto un negociado en el que tenía como propuesta la moto eléctrica Fuell Fllow y las ebikes Fuell Flluid y Fuell Fold. Esta última la opción más barata, que llegó a bajar hasta un precio de 1.795 dólares, y la Fllow como la reina del catálogo, por una tarifa de unos 11.000 euros.
La moto eléctrica rinde 47 CV y promete algo más de 200 kilómetros de autonomía, o mejor dicho prometía, porque es posible que ninguno de los pedidos que empezaron a aceptarse en 2023 lleguen finalmente a los clientes.