Acotadas por una normativa que obliga a los fabricantes a diseñar motocicletas que no superen los 11 kW de potencia (14,75 CV), los modelos de 125 son la única opción para los conductores que no disponen de un carnet específico para conducir modelos más potentes que estos. Sin embargo hay muchas motos eléctricas que por homologación se consideran 125, aunque sus prestaciones reales son muy superiores a las que logra un modelo de este tipo, como el scooter que acaba de confirmarse para España.
Se denomina Yadea F 200 y será el más potente entre todos los de su tipo que comercializa la marca. Esto también significa que pasará a competir con los scooter eléctricos más punteros de la actualidad, entre los que se encuentran el Silence S01, el más vendido en España.
Según Yadea, el F 200 es una moto "diseñada en colaboración con Studio F.A. Porsche e inspirada en las formas esculturales y elegantes de los coches deportivos". La marca sabe lo importante que puede llegar a ser este modelo y, por esta razón, ha recurrido a la mismísima Porsche y a su centro de diseño para dar forma al F 200. El resultado es un futurista scooter cuyas líneas se perciben como tecnológicas, algo que queda especialmente patente en el diseño de los grupos ópticos, tanto delanteros como traseros.
Haber recurrido a Porsche para dar forma al F 200 se antoja como una maniobra lógica teniendo en cuenta que utiliza el mismo esquema eléctrico del que hace uso el modelo más potente de la marca, por lo que compartirá escalón con esta en cuanto a prestaciones. Su tren de potencia queda articulado en torno al mismo motor eléctrico integrado en el basculante trasero, cuya potencia pico se cifra en 13,5 CV (10 kW), y a una batería no extraíble situada bajo el piso tras el carenado.
Aunque por potencia se homologue como una 125, la radicalidad en la entrega de la misma y el par motor que anuncia la marca (de 236 Nm) hacen que la F 200 disfrute de una aceleración propia de una motocicleta de 300 centímetros cúbicos. Según la marca, hace el 0 a 50 kilómetros por hora en tan sólo 2,5 segundos. Su velocidad máxima es de 100 kilómetros por hora, por lo que se postula como un modelo capaz de dejar la ciudad atrás y apto para incursiones en vías rápidas, aunque no serán su hábitat natural, ni mucho menos.
La capacidad de su batería, que está ubicada bajo el suelo plano y que es fabricada por ATL, es de 4,61 kWh. Con una carga completa, será capaz de ofrecer una autonomía de 140 kilómetros, una cifra superior a la de la Silence S01 y similar a la de la Ray 7.7, que es mucho más deportiva y cara que la F 200.
Gracias a la colocación de su batería, el hueco bajo el asiento queda completamente libre, permidiendo una capacidad de carga de 31 litros, suficiente para albergar un casco integral y varios objetos más de pequeño tamaño. Esto se une a otros atractivos como la conectividad con teléfonos móviles y el sistema de frenado ABS, algo poco habitual en scooters de corte urbano.
Aunque su precio todavía no ha sido confirmado con exactitud, la división española de Yadea ha concretado que se ubicará en el entorno de los 6.000 euros de precio, pudiendo optar por las ayudas del Plan Moves III para rebajarlo en hasta 1.300 euros más. Su llegada a nuestro mercado está prevista para finales de este mismo año.