Segway ofrece, posiblemente, una de las gamas más extensas de patinetes eléctricos que existen en el mercado. Sus Ninebot se están haciendo muy populares por ofrecer una relación calidad-precio de las más favorables del mercado. Y es que su calidad de construcción es muy alta, hecho muy valorado por los usuarios y que nosotros hemos podido comprobar con los dos patinetes que hemos probado y que son de las últimas incorporaciones que comentamos: el Max G2 E y el F2 Pro E.
Los 7 nuevos patinetes eléctricos de Segway
Para este 2023, Segway ha incorporado 7 patinetes eléctricos nuevos que se distribuyen en tres gamas y que tienen enfoques (y usuarios) diferentes: analizar sus características es fundamental para saber qué patinete es el más adecuado. Pero no solamente nos podemos dejar llevar por los datos de una ficha técnica ya que, como norma, tendemos a generarnos unas necesidades donde a lo mejor no las hay (siempre miramos a lo más alto de las gamas). Aunque, más adelante, analizaremos también nuestras necesidades, veremos en esta ocasión los datos técnicos más relevantes.
Ninebot Max G2 E (799 €)
- 450 W de potencia nominal.
- Pendiente máxima de subida: 22%.
- Autonomía máxima: 75 km (50 km a velocidad máxima).
- Control de tracción: SÍ.
- Sistema de suspensión: SÍ (Doble).
- Peso: 23,6 kg.
Gama Ninebot F2 (F2 Pro E, 599 €; F2 Plus E, 549 €, y F2 E, 499 €)
- Entre 400 y 450 W de potencia nominal.
- Pendiente máxima de subida: Entre el 18 y el 22%.
- Autonomía máxima: Entre 40 y 55 km (20-27 a máxima velocidad).
- Control de tracción: SÍ.
- Sistema de suspensión: SÍ (delantero en el F2 Pro E).
- Peso: entre 16 y 18,5 kg.
Gama Ninebot E2 (E2 Pro E, 399 €; E2 Plus E, 299 €, y E2 E, 279 €)
- Entre 250 y 350 W de potencia nominal.
- Pendiente máxima de subida: Entre el 12 y el 18%.
- Autonomía máxima: Entre 25 y 35 km (20-27 km a máxima velocidad).
- Control de tracción: SÍ (E2 Pro E).
- Sistema de suspensión: NO.
- Peso: Entre 13 y 18 kg.
Lo que debes saber antes de comprar un patinete eléctrico
Como decíamos, vamos a desgranar los diferentes aspectos a tener en cuenta a la hora de hacernos con un patinete eléctrico:
1. Precio de compra
Antes de hacernos con un patinete es importante analizar varios aspectos tanto de los propios patinetes como de nuestro día a día para no errar en la elección. Pero también es cierto que el componente económico es primordial ya que, por mucho que pensemos en un tipo de modelo, si nuestro presupuesto no llega no tiene sentido mirar lo que no podemos comprar.
En ese aspecto, estos patinetes eléctricos se mueven en una franja suficientemente amplia, partiendo de los 279 € que vale el más económico (el Ninebot E2 E) hasta los 799 € del más caro que es el Ninebot Max G2 E. En ocasiones podrá ser interesante invertir un poquito más de los que pensábamos para hacernos con un modelo superior y, en otras, seguramente no sea necesario llegar a nuestro límite porque un modelo más económico podrá satisfacer nuestras necesidades.
2. Potencia y pendiente de subida
Vivimos en un país donde hay un número importante de ciudades que tienen fuertes desniveles: no es difícil encontrarnos con calles empinadas que demandarán de nuestros patinetes un fuerte empuje. Así que es algo a tener en cuenta ya que, aunque en la ficha técnica se nos hable de una pendiente máxima, no quiere decir que el patinete las suba a la velocidad máxima y, en ocasiones, la velocidad baja de manera muy acusada a poco que la cuesta sea importante.
Por nuestra experiencia, los patinetes de Ninebot que hemos probado (los que más entregan con 450 W nominales) se mostraron más que suficientes para afrontar cualquier pendiente a altas velocidades. Sin embargo, también hemos comprobado, con otros modelos de otras marcas, que cuando los patinetes rondan los 300 W, las grandes pendientes se les atragantan.
También es importante la alta potencia para movernos fluidamente entre el tráfico: si nuestra ciudad no tiene grandes problemas en ese aspecto, no necesitaremos de un fuerte empuje para desplazarnos con soltura, pero, si acostumbramos a estar entre coches, una buena aceleración nos evitará más de un susto al poder realizar maniobras com mayor celeridad.
3. Seguridad y comodidad en la conducción
Nadie mejor que nosotros sabremos por dónde nos vamos a mover. La gama de Segway, por ejemplo, posee patinetes que incorporan doble suspensión (Max G2 Pro), suspensión delantera (F2 Pro E) o ningún tipo de suspensión (resto de los patinetes). Si nos vamos a mover por recorridos donde el asfalto o el firme de las vías es como una tabla, es probable que no necesitemos ningún tipo de suspensión: invertir en ese aspecto no tendrá ningún sentido.
Sin embargo, la comodidad que otorga un sistema de suspensión se agradecerá cuando el firme no esté en buen estado. Incluso cuando nuestros desplazamientos sean de muchos kilómetros diarios. Estos sistemas, además de imprimir más confort, ayudan a mejorar la seguridad, ya que mejoran la tracción y las distancias de frenada.
Hablando de seguridad, los sistemas como el control de tracción (TCS) son muy importantes si, por ejemplo, nos movemos por firmes de poca adherencia: bien porque nuestra ciudad registre muchos días lluviosos o porque toquemos algunos caminos de tierra. El TCS que incorporan todos los patinetes Segway con motor trasero es muy recomendable.
Destacamos que todos los patinetes de este reportaje incluyen un sistema doble de frenada: los motores disponen de un freno electrónico (ejerce una especie de retención) y la rueda que queda libre incorpora un freno o bien de disco o de tambor (según el modelo), siempre de accionamiento mecánico.
4. Autonomía
Lógicamente, debemos analizar las necesidades diarias de desplazamiento que tengamos. Y va a ser un requisito fundamental ya que de nada sirve que nos hagamos con el patinete que económicamente podamos permitirnos, si luego no nos da la autonomía para realizar los kilómetros diarios que necesitamos recorrer. Las fichas técnicas de Segway son completísimas, con datos como la autonomía máxima y, más importante, el kilometraje tope que podemos recorrer a velocidad máxima (25 km/h). Porque, con casi total seguridad, nuestros desplazamientos se harán a esa velocidad.
Vemos que esa cifra es, aproximadamente, entre un 20% y un 30% menos de la autonomía máxima anunciada. Y, la verdad, es que según las pruebas efectuadas a los patinetes Max G2 E y F2 Pro E, podemos asegurar que realmente se mueve en esas cifras.
5. Manejabilidad y facilidad de transportar el patinete
De nada sirve que nos centremos en uno u otro modelo si luego no nos podemos hacer con él. Hay que fijarse en las dimensiones: un patinete grande será muy estable y cómodo de llevar si tenemos la envergadura suficiente. En la ficha técnica Segway se nos indica incluso un rango de edades recomendadas para cada patinete, pero tenemos que ser conscientes de nuestro físico. Por ejemplo, la altura a la que se posiciona el manillar puede ser muy del agrado de muchos y, sin embargo, ser casi inaccesible para otros. Así que es importante estudiar las dimensiones que se adjuntan en la ficha de cada patinete.
Y el peso: habrá usuarios que puedan dejar sus patinetes en sitios muy cómodos a los que llegar montados, pero, habrá otros muchos que tengan que llevar el patinete a viviendas donde requieran subir en un ascensor… ¡O incluso por unas escaleras! Por no hablar de nuestro centro de trabajo, algo que también tenemos que valorar. Patinetes del entorno de los 16-17 kg serán asequibles. Generalmente, el sistema para llevarlos (que es cogiendo del manillar una vez plegados) está muy bien resuelto en todos. Hemos comprobado que, por norma, los patinetes con el motor ubicado en la rueda delantera suelen tener el centro de gravedad, a la hora de ser portados, más conseguido. También es verdad que los de motor delantero suelen ser menos potentes y, en consecuencia, menos pesados.
Todo lo comentado vale también para llevar los patinetes en un medio de transporte público: a lo mejor nuestra vivienda no es un hándicap, pero luego resulta que tenemos que complementar nuestro trayecto con algún otro medio, como puede ser un coche, autobús, metro…
Conclusión
Con esta variedad de patinetes, el rango de usuarios es, pues, muy extenso. Evidentemente, el precio va a ser el motivo de elección en gran parte de los casos, pero debemos analizar estos patinetes desde un punto de vista más práctico.
El Ninebot Max G2 E es un patinete muy completo: desde nuestra perspectiva, se muestra idóneo para los desplazamientos diarios de muchos kilómetros en los que buscamos una alta autonomía y comodidad. Si, además, la ciudad (o núcleo urbano) tiene fuertes desniveles y el asfalto no es de los mejores, su potente motor y su doble suspensión hará que nos movamos sin preocupaciones.
La gama F2 E es muy equilibrada: dispone de unos niveles de potencia y autonomía similares a los del Max G2 E, pero a unos precios más ajustados. Además, en general estos patinetes no son tan pesados por lo que, a la hora de manipularlos en parado (o de llevarlos con nosotros a casa o al trabajo), son más asequibles que el todopoderoso Max G2 E.
Por último, la gama E2 E muestra un rendimiento más que suficiente si pretendemos desplazamientos cortos: alternar, por ejemplo, el uso del patinete con un medio de transporte público será mucho más fácil con esta serie menos voluminosa y pesada. Si, además, la ciudad por la que nos movemos no presenta fuertes pendientes, no se echará en falta más potencia. Y los precios de los tres modelos (en especial los de motor delantero) se nos antojan como muy asequibles.
