Desde Italia, llega un patinete eléctrico diferente a lo que habitualmente puede encontrarse en este mercado, cada vez más saturado. En lugar de las ruedas diminutas que sufren cuando la calzada está muy rota o cuando hay que subir un bordillo, el Kobra ofrece un diseño con dos ruedas mucho más grandes y robustas montadas sobre un marco de acero inoxidable. Promocionado actualmente a través de la plataforma de crowdfunding Indiegogo, el proyecto de financiación ofrece dos variantes del patinete: el Smart para la ciudad y el Climber, para pisar la tierra y los terrenos más complicados.
El diseño de los actuales patinetes eléctricos ha planteado preguntas sin respuesta sobre para quién están realmente pensados. Su forma actual se origina en los patinetes de principios del siglo XX que los niños solían construir por sí mismos. Los primeros diseños del inventor suizo Wim Ouboter en la década de 1990, que se comercializaron como juguetes, se popularizaron en el cambio de milenio. Todo esto ha creado la impresión de que este diseño es para niños, no para personas que viajan a diario.
El Kobra se separa del típico diseño de vástago-manillar y plataforma para poner los pies bajo la que se integra la batería y el motor eléctrico y que se apoya sobre dos ruedas de pequeño diámetro. En este caso se ofrece una opción bastante diferente que por otro lado da mayor sensación de control a la hora de manejarlo. Según su fabricante, está diseñado para garantizar la seguridad y la estabilidad gracias a una rueda delantera de generosas dimensiones y a un sistema de frenado electrónico.
Kobra Smart, diseñado para la ciudad, aunque también se defiende para los amantes de la velocidad en zonas controladas.
La estructura está formada por un cuadro de acero inoxidable SAE 304 que está "inspirado en los cuadros de las motos y asegura la máxima resistencia y flexibilidad". Las dos variantes en las que se puede reservar, Smart y Climber cuentan con una rueda delantera de 20 pulgadas y una rueda trasera de 16 pulgadas. El neumático sí es diferente en las dos versiones. En el caso del destinado para la ciudad la cubierta es lisa mientras que en la destinada a terrenos más complicados cuenta con tacos para maximizar el agarre.
El motor eléctrico se sitúa en el buje de la rueda trasera. Su potencia es de 350 W en el Smart y de 500 W en el Climber. A diferencia de lo que ocurre con los patinetes eléctricos clásicos, la batería no se sitúa en la plataforma sino que se monta en la parte delantera, en un bastidor que forman las barras del cuadro que suben hacia el manillar. De esta forma, al separar el motor de la batería, se reparte el peso entre las dos ruedas.
La autonomía de esta batería es de 100 kilómetros a una velocidad de 25 km/h, aunque este dato es muy variable puesto que depende de las características del usuario, del terreno y de las solicitaciones de potencia durante el recorrido. El Climber, con un motor más potente, es capaz de ascender por pendientes de hasta un 35%, mientras que el Smart se queda en un 22%.
Kobra Climber, para disfrutar en el campo gracias a un motor más potente y a un neumático de montaña.
El sistema de frenado está formado por frenos de disco con accionamiento mecánico que incluyen un sistema electrónico denominado E-ABS que, como su propio nombre indica, impide que las ruedas se bloqueen al frenar.
Además incluye otros sistemas electrónicos como el control de crucero adaptativo que es capaz de mantener la velocidad establecida de manera constante, adaptando independientemente la cantidad de energía necesaria en función del terreno. Cuando se desciende o se frena entra en funcionamiento el sistema de regeneración de energía que la recupera y la vuelve a introducir en la batería para aumentar la autonomía total.
Actualmente, el Kobra se encuentra en la plataforma Indiegogo. En caso de que se desee contribuir a financiar su producción, para obtener la variante Smart hay que pagar 2.170 euros, mientras que para la variante Climber la contribución es de 2.480 euros. El precio previsto para su venta una vez que se alcance el objetivo de la producción será de 2.890 euros y 3.310 euros respectivamente.