Jeep acaba de presentar su primer patinete eléctrico al que ha dado un aspecto robusto de todoterreno y para el que ha empleado su clásico color verde oliva junto a sus anagramas. El Jeep RX200 no esconde su origen. Razor ha colaborado con Jeep hasta tal punto que el nuevo patinete lleva el mismo nombre y probablemente las mismas especificaciones que el que ya aparece en su catálogo, el Razor RX200, que no son las más adecuadas para el todoterreno.
Para el RX200, Jeep ha optado por la misma estrategia que para su primera bicicleta eléctrica. En ese caso contó con la colaboración del fabricante americano QuietKat, y en esta ha optado por apoyarse en la experiencia del también estadounidense Razor, conocido por sus patinetes con aspecto robusto. El resultado, según ambas empresas, es un patinete "con el estilo y las sensaciones de un Jeep Wrangler", aunque eso es algo que debe decidir el que esté interesado por hacerse con uno de ellos.
El marco de acero del patinete eléctrico presenta el color verde oliva típico del Jeep Willys de la Segunda Guerra Mundial y está decorado con los anagramas de la marca. Sobre él se sitúa un recubrimiento gomoso que le protege de las duras condiciones para las que se supone que está diseñado. Se apoya sobre una ruedas de aspecto robusto de 8 pulgadas de diámetro con cubiertas de tacos. El vástago y el manillar son ajustables y este cuenta con empuñaduras de goma de aspecto deportivo y un acelerador giratorio. El peso total del conjunto es de 18 kilogramos.
Jeep asegura que el scooter está fabricado para "atravesar terrenos accidentados", pero, por el sistema eléctrico que lo propulsa no parece que vaya a hacerlo a velocidades muy elevadas. La máxima que puede alcanzar es de 19 km/h, muy por debajo de otros patinetes eléctricos todoterreno que existen en el mercado. Es muy probable que esta baja velocidad máxima sea producto de un motor eléctrico de tan solo 200 W que además cuenta con un sistema de transmisión por cadena que impulsa la rueda trasera. Un diseño que ya había mostrado Razor en otros patinetes eléctricos y que, en este caso, ha sido considerado una buena solución.
El patinete no cuenta con ningún tipo de suspensión por lo que en terrenos bacheados no será precisamente fácil de manejar. Sí ayudará a detenerlo el freno de disco situado en la rueda trasera, y también facilitará las cosas el faro delantero LED, doble, que iluminará su camino en la oscuridad. Si bien, de manera comedida, el Jeep RX200 puede hacer pasar un buen rato a sus propietarios, no podrá hacerlo durante mucho tiempo puesto que la batería, con una tecnología bastante obsoleta de plomo ácido y que funciona a 24 V y 7 Ah, tan solo tiene una capacidad de 168 Wh. El tiempo de funcionamiento estimado es de 40 minutos, por lo que no está preparado precisamente para adentrarse en largos senderos serpenteantes o travesías de montaña durante todo el día. Su uso parece más adecuado para excursiones cortas o paseos tranquilos.
Tampoco ayuda su capacidad de carga. Aunque está diseñado para adultos de más de 18 años, el límite de peso es de tan solo 70 kilogramos, lo que excluye a muchos posibles usuarios. Si bien Jeep ha puesto en este patinete todas sus señas de marca, el ADN que lo impulsa parece en gran parte obra de Razor. Su presidente Jim Wagner ha asegurado que "siempre están buscando formas creativas de emocionar a sus clientes y brindarles una aventura emocionante. Estamos encantados de colaborar con la icónica marca Jeep para crear el Razor Jeep RX200, que es lo suficientemente potente como para explorar el aire libre con capacidad todoterreno".
El Jeep Razor RX200 tiene parecidos muy razonables con el RX200 que Razor tiene ya en su catálogo. La ventaja del Jeep RX200 podría estar en su precio, puesto que ha sido anunciado en Estados Unidos por 499 dólares (unos 437 euros al cambio) que lo sitúan en la gama de patinetes económicos. Si bien es una buena noticia que Jeep haya decidido expandir su oferta hacia la micro movilidad eléctrica, lo cierto es que este primer intento parce quedarse algo corto en comparación con las buenas sensaciones que transmitió con la bicicleta eléctrica desarrollada con Quietkat, que probablemente estaba más cerca de los que los clientes de Jeep buscan en sus productos.