Con una presencia cada vez mayor entre nuestras calles, los patinetes eléctricos se han convertido, ya a estas alturas, en una parte indispensable en el trasiego de muchos trabajadores a la hora de realizar sus desplazamientos diarios. Son muchas las ventajas que plantean este tipo de productos de movilidad eléctrica, y así lo ha demostrado su el aumento de su popularidad durante el último año, lo que también ha traído un aumento del índice de siniestralidad.
Su mayor presencia en las calles ha llevado al Gobierno a tomar medidas legales para regularizar el uso de los patinetes eléctricos. De entre lo más llamativo, además de quedar relegados a compartir asfalto con el resto del tráfico urbano, el uso de un seguro civil será el aspecto que más incumbirá a sus usuarios en un futuro no demasiado lejano. Por contra el uso obligatorio del casco sigue estando en el aire.
Ahora es gracias a CESVIMAP a través de Motorpasión Moto como hemos conocido las consecuencias de un choque a los 25 kilómetros por hora, que es la velocidad máxima a la que está permitida que un patinete eléctrico circule. Estas soluciones de movilidad eléctrica suponen el 96 % del total de accidentes de los que se registraron en 2020 con VMP como protagonsitas (vehículos de movilidad personal).
Recalca, además, la subsidiaria de Mapfre que no se trata de uno o varios hechos aislados, ya que de entre todos los accidentes que se produjeron en 2020 con patinetes eléctricos implicados en el suceso, hubo un total de 6 fallecidos, teniendo que lamentar entre ellos la pérdida de una menor de edad a causa de un golpe en el cráneo tras una semana hospitalizada. De haber llevado casco el
De entre los datos recopilados por Cesvimap, el grueso en la concentración de accidente se lo lleva la franja de usuario comprendidos entre edades de 16 y 30 años, pero resulta especialmente preocupante la franja de edad por debajo de los 16 años, ya que hubo un total de 9 siniestros registrados con protagonistas menores de esta edad.
La meta de CESVIMAP con este informe está lejos de querer alejar al público de decidirse a usar patinetes eléctricos o de como ellos mismos dicen, “obstaculizar la innovación o el camino hacia la sostenibilidad”, mediante estas u otras soluciones de movilidad personal, es concienciar a los usuarios sobre la responsabilidad que conlleva ser parte del tráfico urbano, ya que no hay sostenibilidad ni avance sin prevención de lesiones.
Sea como fuere lo cierto es que cada vez es más habitual ver patinetes eléctricos por las calles, y es que su popularidad sigue en auge. Ayer mismo nos hacíamos eco en Híbridos y Eléctricos del patinete eléctrico que, según Amazon, más se vende es un dominio español.