El patinete eléctrico KickScooter Max G2 E que nos ocupa es uno de los más capaces dentro de la gama de Ninebot: es inevitable que lo comparemos con el que tuvimos ocasión de probar allá por el mes de julio, el Ninebot F2 Pro E, y que tan buenas sensaciones nos dejó.
Este KickScooter Max G2 E fue presentado por la marca el pasado mes de mayo y se postuló como el tope de gama de todos los que se presentaron por entonces: razones no le faltan. Las diferencias con el F2 Pro E radican, básicamente, en un elaborado sistema de alimentación que promete grandes autonomías y un sistema de suspensión trasero que colabora con el delantero para otorgar un alto grado de seguridad (y de comodidad). Evidentemente, el precio se resiente y de los 599 € que costaba el F2 Pro E se pasa a los 799 € del KickScooter Max G2 E.
Por cierto, cumple la normativa de la DGT en cuanto a la definición de Vehículos de Movilidad Personal (MVP), que son los que tienen la velocidad restringida entre 6 y 25 km/h y en los que solamente puede ir una persona. Esta condición le permite circular por lugares especiales como los carriles bici o las sendas ciclables además de, lógicamente, por la calzada.
Con él, Ninebot (marca perteneciente a Segway, especialista en movilidad urbana) pretende ampliar su radio de acción por diversos motivo. Por un lado, por una alta autonomía que, según datos oficiales, puede llegar a los 70 kilómetros gracias a la tecnología aplicada y que han bautizado como RideyLONG (y de la que hablaremos más adelante). Por otro lado, gracias al doble sistema de suspensión que incorpora que dota de mayor comodidad y, sobre todo, de una mejor estabilidad en firmas más rotos, lo que hace que la seguridad de uso aumente y podamos rodar con él por (casi) todo tipo de terrenos.
Características que lo hacen único
A grandes rasgos, diremos que el Ninebot KickScooter Max G2 E es un patinete de altos vuelos: su potente motor de 900 W permite subir por calles de hasta un 22% de desnivel, con unas fulgurantes aceleraciones y una velocidad que está limitada a 25 km/h. Pero, tanta potencia serviría de poco si la autonomía fuera escasa.
Y ahí entra en acción el elaborado sistema de alimentación RideyLONG: la batería incorporada muestra una capacidad muy destacable (551 Wh) que es gestionada de manera extraordinaria por el sistema. Se incorpora una especie de controlador con un algoritmo que han perfeccionado para la ocasión, que estudia unos parámetros de funcionamiento (recorridos, pendientes, velocidades habituales…) y va aplicando la potencia para que la eficiencia sea mayor y, en consecuencia, el consumo menor.
Comentar que se dispone de un sistema de gestión de la batería BMS que posee siete mecanismos de protección de la misma, lo que hace de este patinete un vehículo seguro. El sistema protege de los cortocircuitos, de la sobretensión, de la sobrecarga, de la excesiva temperatura… Por cierto, al puerto de carga se accede muy fácilmente (del tipo 3A) y la operación de cargarlo es sencilla (Ninebot habla de 6 horas para cargarlo desde cero a tope).
Nos ponemos en marcha...
A través de la App de la firma podemos acceder a funciones del patinete como el encendido (y apagado) a distancia o a diferentes niveles de personalización del aporte de potencia (concretamente del modo Sport, configurable entre 15 y 25 km/h). También con la App podemos activar el modo de asistencia al caminar (llamado Peatonal, hasta 5 km/h) que nos ayuda cuando, por ejemplo, lo estamos empujando.
Como ya comentamos con el F2 Pro, este KickScooter Max G2 E también tiene un nivel de seguridad muy alto gracias al sistema de bloqueo (CodeLock) que posee y que evita que nadie pueda ponerlo en marcha sin haber introducido en el display el código de seguridad. Un detalle del que pueden presumir en Ninebot es la función FindMy de Apple: si nuestro Smartphone es de esta marca de dispositivos, gracias a esta App podemos localizar nuestro patinete en cualquier momento, esté donde esté. Un motivo más de tranquilidad.
Nos ponemos en marcha (recordamos nuevamente la necesidad de empujarlo hasta que se superan los 3 Km/h) y observamos que el motor instalado en la rueda trasera, con 900 W de potencia, se muestra muy voluntarioso: alcanza la velocidad máxima de cada modo (el Eco llega a los 16 Km/h, el Drive hasta 20 y el Sport hasta 25) rápidamente, dando la sensación de querer más. Incluso en las pendientes más pronunciadas, saliendo desde parado, llega al máximo de cada modo de manera casi instantánea.
La batería de 551 Wh ofrece una alta autonomía: es difícil quedarse sin energía. La marca habla de que en el modo más económico se puede hacer hasta 70 Km con una sola carga. La verdad es que es tanta la capacidad que tiene que casi siempre hemos rodado en el modo Sport ya que no hemos tenido miedo de quedarnos tirados y la app nos mostraba cifras de autonomía que rondaban los 50 km. Desde luego, dan para rodar mucho.
La versatilidad es su punto fuerte
La configuración del Ninebot KickScooter Max G2 E permite muy distintos usos. Y es que el doble sistema de suspensión (un sistema hidráulico en la dirección y un doble amortiguador de muelle en la trasera) ha hecho que nos adentráramos en terrenos donde un patinete rígido seguramente nos lo hiciera pasar mal. Hemos rodado por pistas de tierra, con alguna rodera que otra, en parques con firmes muy irregulares, hemos subido y bajado (pequeños) bordillos... ¡Hasta nos hemos metido en una pequeña pista de ‘pumptrack’ (no es broma)! Y, en todo momento, el KickScooter nos ha infundido una seguridad extraordinaria.
Ha tragado con todo, no nos ha realizado movimientos extraños: las ruedas iban constantemente en contacto con el suelo y eso se nota mucho, ya que nuestro cuerpo llegaba más descansado. En firme muy liso (asfalto) su comportamiento es idéntico a un patinete sin suspensión, con unos neumáticos que ruedan bien. Su agarre nos ha parecido extraordinario: hemos salido en días de lluvia y nunca nos dieron un susto. Y, en pistas de tierra, tampoco notamos ninguna pérdida de adherencia. Cuando el terreno era muy bacheado, se notaba que el control de tracción TCS entraba en acción (corta la potencia). Hemos de reconocer que nos ha impresionado muy positivamente. Por cierto, el TCS se puede desconectar desde la app si estamos constantemente entrando en terrenos complejos y no queremos que vaya todo el rato interfiriendo en el aporte de potencia.
Y, a la hora de detenernos, el freno de tambor delantero no ha echado en falta otros sistemas con freno de disco: su potencia es más que suficiente y más gracias a la ayuda del freno electrónico que aporta el motor en la rueda trasera. Parece que no está ahí, pero, cuando aprietas bien el freno en una pista de tierra, la rueda trasera tiende a bloquearse.
El peso, el talón de Aquiles
Lo comentamos con el F2 Pro (comprobamos 18,5 kg) y en este KickScooter Max G2 E también el tema del peso es un apartado negativo. Pero es en lo que fallan todos estos patinetes tan bien equipados: las baterías de alta capacidad, los sistemas de suspensión, las propias dimensiones del patinete, todo se deja notar en la báscula. Y, aunque en marcha no influye nada, cuando hay que cargar con él (subirlo a un medio de transporte o directamente a una vivienda donde haya escaleras que sortear), nuestro KickScooter G2 es complicado de manejar. Hemos verificado 24,5 ks (6 más que el F2 Pro) y, aunque por diseño sea cómodo de coger, 24 kgs son mucho. La estructura en acero (el F2 la tiene de aluminio) tiene parte de la culpa.
Ya que hablamos de la operación de portarlo, su plegado es ciertamente fácil, ya que, al desbloquear la palanca frontal, se baja el manillar: una pequeña pieza (como una pinza) lo anclará a un soporte que hay en el guardabarros trasero, haciendo que la barra de la dirección sirva como asidero. Fácil de llevar, si no fuera por lo que pesa.
A diferencia del F2 Pro, el peso está más centrado y no tan desplazado hacia la rueda trasera: el motivo ha de ser la batería, más pesada (al ser más capaz) y ubicada bajo la plataforma, así como el propio bastidor que es menos liviano. A la hora de llevarlo en la mano, su mejor centrado de masas hace que sea algo más fácil.
Conclusión
No queremos dar un veredicto del KickScooter Max G2 E solo haciendo una comparación con el F2 Pro que probamos con anterioridad, pero, al ser ambos dos opciones de la misma marca, creemos que la comparativa puede arrojar datos muy positivos a este KickScooter. Sabemos que el dinero es muy importante (son 200 € lo que los separan) así que cada uno sabe hasta dónde puede llegar. Pensamos que, en líneas generales, el KickScooter Max G2 es más recomendable: tiene más autonomía (mucha) y es mucho más versátil gracias al sistema de suspensión trasera (ambos patinetes llevan delante el mismo amortiguador).
Hemos rodado por todo tipo de firmes (nos sorprendimos incluso serpenteando por un sendero en un pinar de un parque) y su comportamiento fue de sobresaliente. No se descompuso en ningún momento y ello nos permitió salir airosos de situaciones algo comprometidas para otros patinetes (F2 Pro incluido)
Aunque disponga de freno delantero de tambor en lugar de disco (como el F2 Pro), no lo hemos echado en falta: el KickScooter Max G2 E frena genial. Posee las mismas características de personalización en la app y las mismas prestaciones (sistemas de seguridad). Por último, el motor empuja igual de bien, pero la autonomía es mucho mayor. Y el equipamiento, con intermitentes integrados, bocina, pata de cabra y un potente set de luces es exactamente el mismo que el del F2 Pro. Merece la pena la inversión en este Ninebot KickScooter Max G2.
Ficha Técnica Ninebot KickScooter Max G2 E
- Cuadro: Acero.
- Motor: Segway 900W.
- Batería: Segway 551 Wh.
- Display: Sí.
- Frenos: De tambor delantero con accionamiento mecánico y electrónico en el motor.
- Horquilla de suspensión: de muelle con 35 mm de recorrido.
- Amortiguadores traseros: de muelle, precarga regulable.
- Neumáticos: Ninebot 10’’x2,50’’ sin cámara y autorreparables (con líquido antipinchazos).
- Peso: 24,5 kg (verificado Híbridos y Eléctricos).
- Precio: 799,00 €.