Como ya hemos mencionado en alguna ocasión, el mercado de los patinetes eléctricos, bicis de de pedaleo asistido o motos eléctricas está en claro auge y todas, o la mayoría de las marcas quieren tomar su pequeño trozo de pastel. Hoy conocemos un nuevo integrante de este nicho de mercado. Se llama RoadRunner, y es una propuesta que nos llega desde la marca VoroMotors.
A simple vista, el diseño del RoadRunner es, cuanto menos, original. Posee una estética muy similar a la que proponen algunas bicicletas eléctricas, con ruedas pequeñas y cuadro con posibilidad de abatimiento. Pero el modelo de VoroMotors no es una bicicleta eléctrica, ya que no tiene pedales, sino que efectos legales estamos ante un ciclomotor eléctrico. Sus medidas son 127cm de largo, 81,3 cm de alto y 63,5 cm de ancho. La marca la identifica como un e-Scooter con unas características y prestaciones más que buenas en todos los aspectos posibles.
Las características son de lo más avanzado que podemos ver en el mercado actual. Monta un motor eléctrico en cada una de las ruedas de 14 pulgadas, es decir, es un e-Scooter de tracción integral. En la rueda trasera incorpora el más potente, de 500 W, mientras que en la delantera la potencia se reduce hasta los nada desdeñables 350 W. Ambos motores están situados en el centro del eje de cada rueda, y son capaces de llevar a este e-Scooter hasta los 56 kilómetros por hora de velocidad punta.
VoroMotors RoadRunner.
Y ahora hablemos de su batería: esta es de 48V y tiene una capacidad máxima de 1.200 Wh. Gracias a ella, este curioso vehículo será capaz de recorrer un total de 80 kilómetros por carga. Es intercambiable y si compramos un RoadRunner vendrá con dos baterías, lo que significará tener 160 kilómetros de autonomía, aunque el problema real será llevarla contigo, ya que su peso, aunque no se ha especificado cifra, no aparenta ser especialmente liviano ni particularmente cómoda para transportar.
Como método de absorción de baches, el RoadRunner monta una suspensión delantera de horquilla con un recorrido quizás bastante limitado. Para el eje trasero no monta amortiguación alguna, lo que repercutirá en una mayor incomodidad para su conductor. El peso total del conjunto es de 25 kilos y podrá cargar con pesos de hasta 150 kilos. Su manillar y asiento es regulable, con lo que la adaptación a cualquier persona será completa.
En cada rueda, además de los mencionados motores eléctricos, también se sitúan unos frenos de disco hidráulicos con los que garantizar una frenada rápida y efectiva en el momento en que sea necesario. Al igual que ocurre en una bicicleta, estos los invocaremos a través de dos pequeñas palancas tras el manillar, uno para el freno delantero y otro para el trasero.
VoroMotors RoadRunner.
Como equipamiento particular, monta una pequeña pantalla LCD antideslumbrante ubicada sobre la zona izquierda del manillar y a través de la que veremos datos relevantes acerca de nuestra conducción. Tanto en el frontal como en la trasera se ubican dos luces tipo LED, que podremos accionar también en el lado izquierdo del manillar. El acelerador, como suele suceder en este tipo de vehículos está emplazado para que lo pulsemos con el pulgar de la mano derecha. Por último, su asiento está acolchado, por lo que nuestras posaderas no deberían sufrir demasiado si tomamos algún bache, aunque exista una ausencia total de amortiguación trasera.
Este VoroMotors RoadRunner ya se encuentra disponible para su adquisición a través de la web oficial de la firma. En España, sin embargo, no podrá usarse en vías públicas a no ser que se proceda a su matriculación, puesto que al disponer de un sillín, acelerador y por superar los 25 kilómetros por hora, a efectos legales estamos ante un ciclomotor eléctrico.
Su precio comienza en 1.499 dólares y, aunque quizás se presenta algo elevado, bien es cierto que aquí ya hemos presentado modelos similares por precios notablemente superiores, por lo que no podemos decir que esta sea una mala compra precisamente.