La empresa estadounidense con sede en San Francisco Skip ha presentado un nuevo patinete eléctrico preparado para soportar la dura existencia de estos vehículos durante su uso como parte de una flota compartida. El nuevo S3 llega con la intención de ampliar el ciclo de vida de los patinetes eléctricos, que, de media, y según algunos expertos, tan solo duran entre 30 y 90 días. El vandalismo, los accidentes y el desgaste hacen mella rápidamente en unas máquinas que no han sido diseñadas para este uso.
Skip ha diseñado internamente el S3 teniendo en cuenta los requisitos que precisa un patinete eléctrico para mantenerlo funcionando correctamente durante más tiempo. Entre las características que se han modificado están las ruedas, ahora de mayor diámetro. También se ha ensanchado la plataforma hasta los 20 centímetros, de forma que el S3 será más estable y cómodo de conducir.
El motor, ahora situado en la rueda trasera, no solo mejora la facilidad de manejo, sino que ofrece un sistema de frenado más seguro. Con el aumento del par que se envía a la rueda, también se logra un freno motor más potente al que ayuda la incorporación de un freno mecánico que se acciona con el pie. Los frenos traseros son mucho menos propensos a lanzar al piloto por encima del manillar cuando se imprime mucha fuerza sobre ellos.
Skip comenzará a desplegar el S3 en San Frnacisco en otoño.
Skip también ha actuado sobre el componente más importante del patinete, la batería, que ahora es intercambiable. A diferencia de otros modelos, que deben recargarse cerca de un enchufe, Skip puede cambiar la batería del S3 en segundos sin necesidad de dejarlo fuera de servicio durante horas.
Pero las novedades relacionadas con las baterías no acaban aquí. Además son impermeables lo que permite que puedan soportar ser sumergidas hasta un metro de profundidad durante 30 minutos para que en el caso de que algún vándalo decida arrojar el patinete al agua, Skip pueda rescatarlo y mantenerlo funcionando.
Para mejorar su visibilidad tanto en las zonas oscuras como por la noche, se han mejorado las luces tanto en la parte delantera como en la trasera.
Mediante un sistema de monitoreo, el S3 está dotado de capacidad de autodiagnóstico, de forma que Skip puede mejorar la forma en la que controla el estado de su flota. Los datos obtenidos por cada patinete son analizados por un software lo suficientemente inteligente como para determinar la causa de los problemas más comunes, lo que ayuda a Skip a abordarlos de manera más rápida y eficiente.
Skip incorporará el nuevo S3 a la flota de San Francisco a finales de otoño, todavía en una fase de pruebas. A partir de octubre el despliegue llegará al resto de ciudades en las que Skip presta su servicio.
Otros patinetes resistentes
El S3 no es el único patinete compartido resistente del mercado. La startup Bird, que también ofrece un servicio compartido de micromovilidad urbana con patinetes eléctricos, ha presentado algunos modelos de forma consecutiva, el Bird Zero, el Bird One y, más recientemente, el Bird Two. Asimismo, la también estadounidense Lime, cuenta en su flota con una segunda generación de patinetes mucho más robustos.