La variedad de oferta de patinetes eléctricos que estamos empezando a tener los clientes en el mercado está haciendor realmente difícil elegir una alternativa de entra todas las opciones disponibles. Hoy traemos una interesante propuesta más, el Tomoloo F2 un patinete eléctrico que deja atrás el enfoque urbano de (casi) todo el resto de alternativas para proponer una especificación más off-road que el resto.
Y es que en muchas ocasiones, cuando empecemos a barajar opciones de patinetes eléctricos cometeremos el error de ir directamente a las Segway o Xiaomi, pero lo cierto es que a nada que hagamos una búsqueda algo más profunda, en nuestro apartado de patinetes eléctricos, por ejemplo, veremos cómo de entre todos los modelos que vamos trayendo a portada hay alguno que interese un poco más que los mencionados, como el último que mostramos, el TAUR, que va más allá en el apartado de diseño para ofrecer una posición de conducción más ergonómica, así como un comportamiento más capaz que también lo hace más cómodo en el día a día.
El protagonista de hoy llama especialmente la atención, no por sus especificaciones técnicas, ya que pasan más bien desapercibidas, sino por su parte ciclo, en concreto hablamos de sus frenos y suspensión, ya que no es que destaque en este aspecto conforme a su competencia, sino que ofrece equipamiento que en la mayoría de ocasiones el resto de patinete eléctricos ni siquiera equipa.
A simple vista podría pasar como un patinete eléctrico más, pero si nos fijamos durante un momento más vemos que algo hay que no es tan típico en patinetes eléctricos, ya que la rueda delantera se encuentra dentro de un compendio técnico que nos resulta algo extraño. Y es cuando nos damos cuenta que hay un freno de disco (no de tambor), así como una horquilla delantera. Es por ello que la plataforma del patinete no va de una rueda a otra directamente, sino que hace una curva para unirse con la base del manillar, justo encima de la horquilla. Por desgracia, la empresa no declara a cargo de qué fabricantes ni de qué medidas gozan estas especificaciones.
F2 de Tomoloo.
Otro aspecto que le otorga ventaja dinámica con respecto a otras propuestas del mercado son los neumáticos macizos de 12 pulgadas de diámetro, lo que le da más solvencia al Tomoloo F2 a la hora de afrontar bordillos, badenes e imperfecciones, e incluso le permiten llevarlo fuera de carretera.
El apartado técnico queda representado por un motor eléctrico que puede rendir hasta 700 W , lo que equivale a casi 1 CV,potencia de algún que otro ciclomotor eléctrico. Aunque la potencia sostenida se mantendrá en unos más normales 350 W. Este se alimentará de una batería de 576 Wh que lo hacen apto para recorrer hasta 100 kilómetros con una sola carga, autonomía que no encontramos en prácticamente ningún otro patinete eléctrico. Tampoco especifican aquí sus creadores a cargo de quién corre la fabricación del motor y las baterías.
Tomoloo F2.
Es ligeramente más pesado que otras alternativas del mercado (18 kilos marca en la báscula) pero a cambio ofrece una capacidad de carga de hasta 120 kilos, lo que además se ve complementado por una plataforma de 20 centímetros de ancho y 40 de largo, lo que le otorga la capacidad de transportar algún que otro bulto sobre ella.
Y por último, llega el que tal vez sea el aspecto más determinante de cara a su compra, el precio. Ya se puede adquirir el Tomoloo F2 a través de la plataforma de microfinanciación Indiegogo (como muchas otras propuestas) por tan sólo 589 dólares, lo que al cambio suponen 499 euros. Ninguna alternativa en esto momentos ofrece estas prestaciones a este precio.
Si lo comparamos con las alternativa de Segway como el Ninebot Max, cuesta 85 euros más, tiene 35 kilómetros menos de autonomía y no tiene ni frenos de disco ni suspensión delantera.