A finales del año pasado, había alrededor de 425.000 autobuses eléctricos en todo el mundo, de los cuales 421.000 estaban en China. Eso convierte al país asiático en el líder global absoluto del transporte público a batería, muy por encima de cualquier otra región como Europa y Estados Unidos, que todavía tienen mucho trabajo por hacer para eliminar las emisiones contaminantes de sus flotas de autobuses.
Según un reciente informe de BloombergNEF, la flota global de autobuses eléctricos creció aproximadamente un 32% en 2018, sobre todo gracias al auge en China. Por su parte, Europa tenía 2.250 autobuses eléctricos y Estados Unidos apenas 300 unidades. Para 2025, se estima que en las carreteras chinas circularán más de 600.000 autobuses a batería, mientras que EEUU tendrá solo 5.000.
China se ha convertido en el mercado líder de vehículos eléctricos gracias a diversas medidas como la creación de nuevas leyes, el subsidio a los fabricantes y fomentar la competencia entre sus ciudades. BNEF estima que el 18% de los autobuses de China estaban electrificados a finales de 2018. Por su parte, Estados Unidos quiere que todos los autobuses nuevos a nivel nacional sean libre de emisiones para 2030, pero hoy en día, a nivel federal, no se implementa ninguna de las medidas usadas en China. El estado de California, el más preocupado por la contaminación del aire, exigirá que todos los autobuses nuevos sean libre de emisiones a partir de 2029.
Una mayor adopción de autobuses eléctricos es importante por ser vehículos de gran tamaño que producen fuertes emisiones de gases de efecto invernadero. Alrededor de 500 barriles de diésel se sustituyen cada día por cada 1.000 autobuses eléctricos en la carretera, apunta BNEF.
Además de California, otras regiones de EEUU están comenzando a adoptar –tímidamente– autobuses eléctricos. De los 5.700 autobuses municipales de la Agencia Metropolitana de Transporte en Nueva York, solo 10 son completamente eléctricos y otros 15 están en desarrollo. La adopción de autobuses híbridos en Nueva York ha sido mayor, con 1.700 unidades. Además, el gobierno de la ciudad realizó un pedido de 110 autobuses de gas natural comprimido para operar en el Bronx y Brooklyn.
Sin embargo, la mayoría de las ciudades del país piensan en incorporar autobuses eléctricos solo cuando las unidades existentes de combustible lleguen al final de su vida útil. Debido a que un autobús dura de media aproximadamente 12 años, solo se añaden alrededor de 5.000 autobuses nuevos en Estados Unidos cada año.
Los autobuses eléctricos serán más baratos
Según BNEF, los autobuses a batería serán más baratos en la mayoría de los países para 2030, lo que propiciará una mayor adopción. En la actualidad, los autobuses eléctricos son más baratos de mantener que los de diésel, pero muchas empresas de transporte en EEUU tienen presupuestos separados para la adquisición y el mantenimiento. Proterra, fabricante californiano de autobuses eléctricos, quiere resolver ese problema con un programa de alquiler de baterías para reducir los costes iniciales en la compra del vehículo.
Sin embargo, el punto fuerte de EEUU para alcanzar a China proviene de su fortaleza tecnológica. El país alberga a múltiples fabricantes de autobuses eléctricos que se verán beneficiados a medida que puedan disminuir el coste de sus vehículos. "Mientras que las compañías chinas obtienen más apoyo, los mejores vehículos eléctricos han sido diseñados y fabricados por compañías estadounidenses", dijo Ryan Popple, CEO de Proterra y ex ejecutivo de Tesla, a Bloomberg.
En el caso de China, su modelo de gobierno centralizado permite implementar nuevas políticas con rapidez. Además, el país asiático es el hogar de algunos de los fabricantes de baterías más grandes del mundo, lo que permite a los productores de autobuses acceder fácilmente al componente más costoso de los vehículos eléctricos.
En 2009, China comenzó a priorizar la electrificación de su transporte público mediante una serie de políticas, regulaciones y subsidios. Una década más tarde, China se ha convertido en el mayor mercado global de todo tipo de vehículos eléctricos, y la ciudad de Shenzhen es líder mundial en autobuses a batería, seguida de Beijing, Shanghái y Hangzhou.
La compañía BYD, que vende hasta 30.000 vehículos electrificados cada mes en China, tiene autobuses eléctricos en 300 ciudades en todo el mundo, con el objetivo de duplicar las ventas de autobuses en Europa cada año durante los próximos tres años, dijo su presidente Wang Chuanfu. Solo en Shenzhen, donde tiene su sede, BYD ha desplegado 16.000 autobuses a batería, según BNEF.