La electrificación del sector del transporte, ya sea de personas o mercancías, está creciendo a pasos agigantados en los últimos dos o tres años. Prácticamente todos los fabricantes tradicionales de primer nivel ya tienen en su gama camiones y/o autobuses eléctricos, y aunque la tendencia a electrificar cada vez más modelos es relativamente reciente, la idea no es nueva en absoluto. Y si no que se lo digan al MAN 750 HO-M10 E, el primer autobús eléctrico de MAN, que se presentó por primera vez hace ahora cincuenta años.
MAN 750 HO-M10 E: un autobús eléctrico nacido en 1970 que venía con batería externa remolcada
Durante el frío invierno alemán de 1970, MAN presentó a la prensa de toda Alemania su primer autobús totalmente eléctrico. La compañía había estado dos años desarrollándolo junto a RWE, Bosch y Varta, y el día 13 de febrero de 1970 lo presentaron en sus nuevas pistas de pruebas en la ciudad de Múnich. El MAN 750 HO-M10 E nacía con la intención de «hacer una contribución positiva dentro de la industria para combatir la contaminación del aire y el ruido en las carreteras del centro de la ciudad», una intención tan loable ahora como hace cinco décadas.
El primer MAN 750 HO-M10 E eléctrico tenía 50 km de autonomía.
En plena "ola de la motorización", ya entonces había voces que llamaban a una mejora en las condiciones ambientales de las ciudades, una reducción de la contaminación atmosférica y acústica, y en ese sentido apuntaba el MAN 750 HO-M10 E eléctrico. Probablemente sin prever todavía la primera crisis del petróleo que llegaría en 1973, MAN quiso abordar esa preocupación en una época en la que el diésel se había hecho el rey del sector del transporte.
En enero de 1971, once meses después de la presentación y después de exhaustivas pruebas en la fábrica, MAN entregó el primer prototipo totalmente funcional a la compañía de transporte de la ciudad de Koblenz, que probaría durante un año el novedoso autobús en rutas de servicio regular. El MAN 750 HO-M10 E medía 10 metros de largo, podía transportar 99 pasajeros a una velocidad de hasta 60 km/h y tenía una autonomía de 50 kilómetros gracias a una batería de 108 kWh de capacidad.
La batería, de 108 kWh de capacidad, era remolcada y se podía intercambiar en unos 7 minutos.
La batería no iba incorporada en el autobús, sino que era externa y se alojaba en un remolque posterior de un eje. La autonomía de 50 kilómetros se traducía en un tiempo de trabajo de entre dos y tres horas antes de que se agotase la batería. La carga rápida no era algo que se estilase en la época, así que lo más efectivo era reemplazar una batería por otra: en una estación especialmente habilitada para ello, se intercambiaba la batería agotada por una completamente cargada. La operación requería unos 7 minutos, de manera que el autobús pasaba poco tiempo inoperativo.
El autobús eléctrico de MAN estuvo presente en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972
Hasta junio de 1971, el autobús eléctrico de MAN recorrió alrededor de unos 6.000 kilómetros en el servicio regular en la ciudad de Koblenz, sin mayores problemas mecánicos ni incidentes de relevancia. Un año después, MAN participó en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972 transportando atletas entre el Parque Olímpico y la Villa Olímpica con dos autobuses eléctricos 750 HO-M10 E (y otros ocho de gas natural).
El MAN 750 HO-M10 E transportó atletas entre el Parque y la Villa Olímpicos durante los Juegos de Múnich de 1972.
Durante la celebración de las olimpiadas, los MAN llegaron a trabajar hasta 20 horas diarias. Solamente un español, Enrique Rodríguez Cal, consiguió medalla en aquellos Juegos (medalla de bronce en boxeo).
Dos años después MAN presentó la segunda generación de su autobús eléctrico. El 750 HO-M10 SL-E de segunda generación tenía una batería más grande y eficiente, con 164 kWh de capacidad, que proporcionaba 80 kilómetros de autonomía. También se rediseñó el remolque donde se transportaba el acumulador, y el reemplazo de la batería era automático.
MAN 750 HO-M10 E.
El 15 de octubre de 1974 el fabricante alemán entregó los primeros autobuses eléctricos de nueva generación a la ciudad de Mönchengladbach, donde estuvieron trabajando hasta 1979. Las ciudades de Düsseldorf y Frankfurt am Main también los desplegaron en su red de transporte público local.